Hace 20 años nació la Fundación Randstad con el objetivo de conseguir la plena inclusión de las personas con discapacidad en las empresas y su normalización en la sociedad. Desde entonces, ha atendido a casi 50 mil personas y ha formalizado cerca de 20 mil contratos laborales. Sin embargo, y a pesar de todo el camino recorrido, todavía quedan obstáculos que salvar para lograr su total reconocimiento. A propósito de los 20 años de vida de la organización, Capital Humano entrevista a María Viver, su directora, que habla de cómo la sociedad debería mirar, tratar o hablarle a las personas con discapacidad, así como del potencial que pueden aportar a las empresas en términos de compromiso o creatividad. Y advierte, aunque las empresas públicas y privadas que cuenten con 50 personas trabajadoras o más tienen que destinar, al menos, el 2% de puestos a personas con discapacidad, no se está cumpliendo la cuota de reserva legal.
Hace 20 años el grupo Randstad creó la fundación. Si echa la vista atrás, ¿cuál es el balance que hace de este periodo?
Durante estos 20 años han cambiado muchas cosas a nivel legislativo de reconocimiento de derechos para las personas con discapacidad y su aceptación social, por lo que el balance es positivo. Creo que uno de los principales avances de los que hemos sido testigos, y que es lo que ha marcado la diferencia, ha sido el cambio en la manera en la que es entendida la discapacidad. En el ámbito empresarial, en estas dos décadas la discapacidad ha pasado de ser vista como un acto de beneficencia, o incluso una amenaza, a ser considerada una oportunidad. Cada vez son más las empresas realmente comprometidas con la igualdad y eso ha tenido un impacto positivo en el empleo de las personas con discapacidad.
Hace unos meses publicamos el informe «Radiografía del mercado laboral de las personas con discapacidad» junto a Randstad Research, que recogía que, en 2022, el empleo de las personas con discapacidad creció un 4%, hasta alcanzar una tasa del 27,8%. Asimismo, la tasa de paro de este colectivo se situó en el 21,4%, lo que supone el registro más bajo desde 2014. Estos datos nos demuestran que en los últimos años el avance ha sido importante. Y estamos muy orgullosos de haber contribuido a lograrlo. No obstante, también reflejan que todavía queda mucho camino por recorrer para lograr la plena inclusión de las personas con discapacidad.
¿Qué hace falta para lograr la inclusión plena de las personas con discapacidad?
Como comentaba, el cambio en la manera en la que es entendida la discapacidad se ha dado a todos los niveles y, por supuesto, también en la sociedad. Y a ello ha contribuido, sin duda, la integración laboral de las personas con discapacidad. Compartir espacio, trabajo y tiempo con personas con discapacidad ha fomentado un mejor conocimiento de lo que es realmente esta, de lo que supone y también de lo que no supone. En definitiva, ha contribuido a que se conozca la discapacidad y se normalice. Los aprendizajes de gestionar la diversidad, entendida como el respeto a los demás, dar oportunidades a quien lo necesita y aceptar que hay mucho talento que se manifiesta de manera diferente a los canales habituales es un aprendizaje que trasciende del ámbito laboral al personal y nos enriquece como sociedad.
No obstante, si bien es cierto que hemos avanzado mucho, somos conscientes de que todavía queda mucho camino por recorrer hasta alcanzar la inclusión real y plena de las personas con discapacidad. Pero sabemos que vamos en la dirección correcta y que cada día son más quienes colaboran y ponen su granito de arena para que esto sea así.
¿Tiene la impresión de que a veces somos condescendientes con las personas con discapacidad o de que se atisba la lástima, la pena o el rechazo en los ojos del que mira? Se lo pregunto porque a veces es lo que ellas mismas trasladan. ¿Cómo cree que la sociedad debería mirarlas, tratarlas o hablarles?
Sabemos que estas situaciones pueden darse y generalmente están motivadas por el desconocimiento. Cuando una persona no ha convivido con la discapacidad, no sabe lo que esta supone y, sobre todo, como decíamos antes, lo que no supone. En muchas ocasiones asociamos discapacidad a limitaciones y sí, aunque estas existen, lo importante es saber que, con los apoyos necesarios, las personas con discapacidad son capaces de hacer lo que se propongan. Por eso es tan importante la inclusión, visibilizar y normalizar la discapacidad y llevarla a todos los entornos.
En lo referente al trato, es importante tomar conciencia de que una discapacidad no define a una persona y, sobre todo, no infantilizar a aquellas que la tienen. Debemos saber que son dueñas de sus vidas y capaces de tomar sus propias decisiones, exactamente igual que hace cualquier otra persona.
Para quienes no lo sepan, ¿qué hace la fundación?
Fundación Randstad nació en 2004 con el objetivo de lograr la verdadera igualdad de oportunidades laborales de las personas con discapacidad. Para ello, trabajamos en base a tres pilares: la sensibilización, la capacitación y la transición al empleo. Nuestra intervención consiste en adaptar las necesidades de las personas a las oportunidades laborales que ofrecen las empresas, mediante itinerarios de inserción socio laboral y a través de la tecnología.
Solo en el año 2023 atendimos a 5.214 personas, 3.730 recibieron formación y logramos integrar a 2.125. Pero, si echamos la vista atrás, desde nuestros inicios hemos atendido a más de 49.000 personas y hemos formado a más de 19.300. Es importante tener en cuenta que, además del impacto que esto tiene para la propia persona con discapacidad, también tiene un efecto positivo en su entorno más cercano, como es la familia y su entorno.
Para este 2024-2025, estamos poniendo en marcha una estrategia de talento para la mejora de la empleabilidad de las personas con las que trabajamos, para que puedan acceder al empleo de manera más equitativa y mejor preparados y alcanzar más y mejores oportunidades de empleo. De esta manera, queremos mejorar las ratios de inserción, para que más personas accedan a una autonomía profesional. La sostenibilidad de los proyectos de mejora de la empleabilidad y el empleo son también uno de los objetivos marcados, y en esto nos apoyamos con socios públicos y privados. Y, por último, en la mejora del impacto social con el apoyo de la tecnología. Estamos estudiando las consecuencias que puede tener la AI en el empleo de las personas con discapacidad y en breve espero que podamos compartir el resultado.
Si no estoy equivocado, la ley obliga a que las empresas tengan un 2% de personas trabajadoras con discapacidad. ¿Se está cumpliendo actualmente este porcentaje?
Este porcentaje del 2% aplica únicamente a las empresas que cuentan con más de 50 trabajadores. Y según se desprende del «Informe 8», elaborado por Odismet, en España el 60% del total de trabajadores, con y sin discapacidad, desarrollan su actividad laboral en empresas que no cumplen la cuota de reserva legal.
¿Qué pueden aportar las personas con discapacidad a las empresas?
Las personas con discapacidad, como cualquier otro trabajador, pueden aportar a las empresas una gran capacidad de trabajo y compromiso, además de propiciar la creatividad y el trabajo en equipo. Pero es que, además, sabemos que contar con una plantilla diversa e inclusiva tiene innumerables beneficios para las empresas.
En términos económicos, la gestión inclusiva de la discapacidad atrae inversores mediante políticas sociales, mejora la productividad, diversifica las competencias, mejora la reputación corporativa y potencia la cultura de la colaboración. Tanto es así que aquellas que contratan personas con discapacidad obtienen un 28% más de beneficios y, según estudios de Josh Bersin y Mckinsey, tienen 1,7 veces más probabilidades de ser innovadoras y están un 1,8% más preparadas para los cambios.
Pero, más allá de los resultados económicos, cuando una empresa integra la diversidad en su ADN transmite unos valores y propósitos que la definen y que son un reclamo importante para otros trabajadores. La cultura organizacional inclusiva atrae el talento y aumenta la motivación y el compromiso.
A pesar de la panorámica general, según la Memoria Anual 2023 de la fundación, un 57% de las personas que recibieron formación en la entidad a lo largo del año consiguieron un puesto de trabajo. ¿De qué herramientas dotan a las personas con discapacidad en estos programas?
Sí, estamos muy orgullosos de haber conseguido que más de la mitad de las personas que se han formado con nosotros cuente ahora con un empleo, aunque, por supuesto, nuestro objetivo es llegar al 100% y con este foco vamos a seguir trabajando.
Nuestras formaciones están orientadas, por un lado, a dotar a los usuarios de las herramientas que ellos mismos demandan y, por otro, a satisfacer las necesidades que nos trasladan las empresas y entidades colaboradoras y que nosotros mismos detectamos analizando el mercado laboral.
Actualmente, estamos trabajando en una plataforma on line de formación en la que cada persona tiene autonomía para poder mejorar su conocimientos, capacidades y habilidades. Es el ability campus de la Fundación. Concebido para que cada uno sea protagonista y artífice de su propio desarrollo, la plataforma no resta el trabajo y apoyo que los técnicos de la Fundación hacen para facilitar el aprendizaje de cada persona a través de una metodología individual adaptada a las necesidades de cada persona.
Dos de nuestros principales proyectos centrados en la tecnología son Boot Talent y Brecha Digital, que son un claro ejemplo de cómo en Fundación Randstad nos adaptamos a estas demandas. Boot Talent es un programa de formación gratuita en FullStack Web Development y que se centra en la adquisición de habilidades digitales a través de una pedagogía activa; mientras que Brecha Digital nació con el objetivo de contribuir al desarrollo de la economía circular a través de la reutilización y reciclado de los ordenadores, fomentar el acceso universal a la tecnología y generar nuevas oportunidades para personas con discapacidad y riesgo de exclusión.
Según se desprende de su página web, la Fundación Randstad realiza sus actividades en un ecosistema social que cuenta actualmente con 2.094 empresas, 198 empresas colaboradoras y 180 entidades sociales colaboradoras. ¿Cómo trabajan con ellas?
En Fundación Randstad creemos que alcanzar la verdadera inclusión laboral de las personas con discapacidad pasa por que todos los agentes implicados, públicos y privados, aunemos esfuerzos y rememos en la misma dirección. Es por este motivo por el que apostamos por fortalecer cada año nuestra red de colaboradores y hemos alcanzado estas importantes cifras de empresas y entidades con las que trabajamos día a día, en una metodología de colaboración donde cada agente aporta lo que sabe en el proyecto para alcanzar mayor impacto en los resultados. La colaboración con las empresas y entidades tiene una doble dirección. Por un lado, hay ocasiones en la que la colaboración llega en forma de recursos, ya sean económicos o materiales, que nos permiten poner en marcha todas nuestras acciones y los talleres de formación. Por otro lado, hay empresas que colaboran abriendo sus puertas a esta formación y también al empleo. Pero, además, en 2023 nos acompañaron un total de 1.033 personas voluntarias y este también es un dato reseñable.
Precisamente, uno de sus objetivos para este año es la consolidación del HUB de Innovación Social, un proyecto que tiene como objetivo potenciar la colaboración mediante alianzas con otras entidades. ¿Cómo pueden las organizaciones formar parte de este proyecto?
El HUB de innovación social de Fundación Randstad es un espacio abierto a todo el ecosistema social de la Fundación: empresas, entidades sociales, universidades y centros de formación. Es un proyecto con la última tecnología y metodologías de aprendizaje destinado a la mejora de la empleabilidad y el empleo, a disposición de las personas con discapacidad, que abre sus puertas a quienes quieran trabajar junto a nosotros.
Para ello, solo es necesario que las entidades y empresas interesadas se dirijan a nosotros y podamos explorar las vías de colaboración más oportunas en cada caso. Necesitamos de empresas y entidades que aporten su valor en este proyecto colaborativo, digital e inclusivo, que tiene por objetivo la inclusión laboral de las personas con discapacidad y el desarrollo de las políticas de diversidad e inclusión en las empresas.
Por último, si tuviera que soplar las velas, ¿cuál es el deseo que pediría la fundación?
Sin ninguna duda, el deseo sería lograr una inclusión social y laboral de las personas con discapacidad plena y real. Sabemos que es un objetivo a largo plazo, pero desde Fundación Randstad vamos a seguir trabajando incansablemente para lograrlo más pronto que tarde.