
Ángel Aguilar
Director corporativo de Recursos Humanos en UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios)

En la compleja sociedad actual, hay un colectivo que asume una doble carga, muchas veces silenciosa pero profundamente exigente: la generación sándwich. Se trata de personas que, en plena etapa de madurez profesional, deben cuidar simultáneamente de sus hijos —a menudo en edad escolar o universitaria— y de sus padres, ya mayores y en muchas ocasiones dependientes. Se trata de una generación atrapada entre dos responsabilidades vitales que demandan tiempo, energía y presencia constante.
Para estos profesionales, la conciliación no es un "plus", es una necesidad. No se trata solo de gestionar horarios o teletrabajo, sino de responder a una realidad compleja en la que el estrés emocional y físico puede derivar en fatiga crónica, pérdida de productividad o incluso abandono del mercado laboral. La vida no se divide en compartimentos estancos: lo que ocurre en casa afecta al trabajo, y viceversa. Por eso, resulta urgente y estratégico que las empresas entiendan el impacto que esta situación tiene en sus empleados y actúen en consecuencia.
Desde el punto de vista familiar, los retos son múltiples: atender las necesidades educativas y emocionales de los hijos mientras se gestionan los cuidados, la salud y, en muchos casos, la dependencia de los progenitores. Todo ello sin dejar de rendir en un entorno profesional cada vez más exigente y competitivo. Esa situación, genera un alto coste emocional y económico para los trabajadores, y una oportunidad para las empresas: convertirse en aliadas del bienestar de su gente.
Palanca estratégica
El rol de las organizaciones hoy debe ir más allá del beneficio económico. Las compañías tienen la capacidad —y, en cierto modo, la responsabilidad— de acompañar a sus equipos en las distintas etapas de la vida. Apoyar a la generación sándwich no solo es una cuestión de empatía o reputación corporativa; es una apuesta por la sostenibilidad del talento. Esto se traduce en medidas concretas: políticas de flexibilidad horaria real, programas de asistencia, formación en gestión emocional y acceso a recursos especializados para el cuidado de familiares.
En este contexto, en UCI hemos dado un paso importante firmando un acuerdo con Plennio, una plataforma especializada en el acompañamiento y gestión de cuidados para personas mayores. Este acuerdo permite a nuestros empleados acceder a servicios que facilitan la organización y cobertura de las necesidades de sus familiares mayores, descargando parte de la presión que asumen en solitario. Esta colaboración forma parte de nuestro compromiso con una conciliación auténtica, adaptada a las circunstancias reales de nuestros profesionales.
Creemos que cuidar del talento es también cuidar de las personas que lo rodean. Apostar por el bienestar de nuestros equipos tiene que formar parte de nuestra cultura empresarial. En un mundo donde el capital humano es el verdadero motor de innovación y crecimiento, apoyar a quienes lo integran en todas sus dimensiones es el mejor camino para construir organizaciones sólidas, humanas y sostenibles.