Roberto Martínez
Director de Fundación Másfamilia
Coordinador del área de Diversidad y Conciliación en Capital Humano
La Fundación Másfamilia, en colaboración con Capital Humano, ha organizado un evento digital para analizar la gestión de la conciliación en el sector público. En él han participado Carlos de Benito Álvarez, director de Recursos Humanos en la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce); María Teresa Jareño Macías, secretaria general de la Fundación Escuela de Organización Industrial EOI FSP, y Silvia Fernández De Caleya Álvarez, directora de Recursos Humanos y Responsabilidad Social Corporativa en el Instituto de Crédito Oficial.
Y es que la gestión de la conciliación y las políticas de compensación son un reto para las empresas del sector público debido a que los profesionales que las integran están condicionados por la normativa de aplicación en materia de personas. Así, los empleados públicos, aunque no tienen la consideración d.e funcionarios, están sujetos a limitaciones que afectan a la personalización de estas políticas, cruciales para la atracción y fidelización del talento.
Pese a ello, estas tres organizaciones, el Instituto de Crédito Oficial, la Escuela de Organización Industrial y la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación, han trabajado para certificarse como entidades efr con el propósito de avanzar en materia de responsabilidad y respeto a la conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Como han coincidido De Benito, Jareño y Fernández, este modelo internacional de dirección de personas forma parte de los beneficios y recompensas que reciben los profesionales por su desempeño.
No en vano, para estas organizaciones las limitaciones salariales son un hándicap a la hora de competir con las empresas privadas, que tienen más margen de maniobra a la hora de determinar sus políticas de compensación y beneficios. En el caso del ICO, por ejemplo, la competencia para atraer y cultivar el talento procede de las compañías del sector financiero, que se caracterizan por desarrollar políticas relevantes de Personas y marca empleadora. «No podemos cambiar el viento, pero si las velas», ha subrayado Fernández de Caleya, que ha abogado así por «integrar la conciliación en la gestión de recursos humanos». «Tenemos herramientas y medidas, como la flexibilidad horaria, el teletrabajo o la movilidad interna, que permiten desarrollar tu carrera no únicamente de forma vertical, sino también con una visión horizontal de los puestos», ha señalado la directora de Recursos Humanos y Responsabilidad Social Corporativa del ICO.
En el caso de Cesce, su director de Recursos Humanos ha puesto de manifiesto la importancia de dar a conocer las medidas de conciliación como una propuesta de valor ya en la fase de reclutamiento y selección. De hecho, el organismo las ha integrado en un programa de bienestar, llamado «Cesce te cuida», que les ha permitido reducir su nivel de rotación no deseada. La entidad se basa en cuatro palancas para ser más atractiva en términos de atracción de talento: la flexibilidad horaria y el teletrabajo, un entorno laboral positivo, una correcta gestión del management para crear un ecosistema laboral sano y la comunicación interna. La oportunidad de brindar formación a sus profesionales también es un beneficio destacado para Cesce en términos de desarrollo profesional. «Es preciso buscar la forma de motivar a los colaboradores, de manera que, si ellos quieren y se esfuerzan, puedan llegar a tener un desarrollo en la organización», ha dicho De Benito.
La certificación efr también es nuclear para la Fundación Escuela de Organización Industrial. Como ha explicado Jareño, les ha permitido sistematizar procesos de gestión, asegurar el acceso en igualdad de oportunidades a las medidas de conciliación existentes, implementar nuevas medidas fruto de la escucha activa de las necesidades de las personas que colaboran con ellos y seguir un modelo de mejora continua de los procesos relativos a la gestión de personas. «La certificación y la gestión asociada también nos aportan un eje conductor donde se encuadran las políticas de personas, como la flexibilidad en la jornada laboral, el teletrabajo o la desconexión digital», ha dicho.
De hecho, el teletrabajo es la medida estrella de las políticas de conciliación. El ICO lo implantó antes de que estallara la pandemia del coronavirus, en marzo de 2020, por lo que cuando se generalizó en las empresas, la organización ya estaba preparada para trabajar en remoto y gestionar los préstamos ICO que entonces puso en marcha el Gobierno para minimizar el impacto en la economía de la crisis sanitaria. Actualmente, su desarrollo está empujando, junto con otras políticas de flexibilidad laboral, «un cambio en la cultura organizacional», pasando «del presencialismo a la colaboración y la confianza», han coincidido los expertos. A día de hoy, tanto en el ICO como en Cesce los profesionales pueden elegir teletrabajar hasta tres días a la semana.
Pese a estas medidas de conciliación de la vida personal y profesional, las empresas del sector público encaran diferentes retos términos de atracción y fidelización del talento, como los derivados de los incrementos salariales, que constituyen una barrera adicional para la retención del talento ya que se encuentran limitados y fijados en los Presupuestos Generales del Estado. Una circunstancia que hace que la correcta gestión de la conciliación deba ser trabajada por las empresas del sector público para potenciar la motivación de los empleados públicos y, con ello, la productividad de las organizaciones; mejorar la atracción y retención del talento cualificado o reducir el absentismo laboral, con el consiguiente ahorro en gastos de personal.