Desde hace tiempo se lleva hablando de flexibilidad laboral como herramienta para conseguir mejores resultados y trabajadores más satisfechos.
El marco laboral actual está avanzando desde patrones rígidos, donde se primaba el presentismo en la organización —todavía hoy en día en algunas empresas prevalece—, hacia un modelo más flexible donde los resultados y los objetivos tienen más importancia que el número de horas trabajadas.
La flexibilidad permite que los empleados tengan un mayor nivel de productividad por el aprovechamiento del tiempo y la consecución de resultados.
Un modelo flexible de relaciones laborales debe permitir que la persona tenga la autonomía suficiente para organizar sus tareas en una jornada de trabajo, y también que tenga la confianza de los responsables para poder alcanzar los objetivos.
El concepto libertad responsable, que ya están utilizando algunas organizaciones como uno de sus valores, consiste en poder permitir a las personas alcanzar sus objetivos, de manera que puedan tener su propia organización del tiempo, asumiendo la responsabilidad para llegar a tener éxito en los retos que se le impongan.
La flexibilidad debe tener como punto clave la capacidad de la persona de organizarse para poder conseguir lo que se espera de ella. Se trata de libertad frente a normativa. Se busca el resultado frente a la presencia física. En resumen, se busca optimizar las relaciones laborales para conseguir mayores cotas a nivel profesional.
No podemos olvidar en este modelo la importancia que tiene la integración de la vida personal y profesional. Una persona que pueda compatibilizar su vida personal con la profesional estará más satisfecho y podrá alcanzar mejores resultados.
El compromiso, también llamado engagement, que se alcanza gracias a la posibilidad de disfrutar de la vida plenamente, es muy superior a la de otras organizaciones que no ponen facilidades para este bienestar personal.
Este compromiso genera beneficios indudables para las empresas. Aumenta el sentido de la pertenencia y, por ende, disminuye la rotación no deseada. Se produce un menor absentismo. También se potencia la atracción del talento, ya que cada vez más las personas tienen otros alicientes adicionales a la retribución económica para trabajar en proyectos empresariales.
No podemos olvidar en esta cuadratura el descanso necesario para poder tener un alto rendimiento. Cuando las jornadas son largas, día tras día, se produce una fatiga física y emocional que repercute directamente en la persona, y también en los resultados empresariales. La generación de esta fatiga puede ocasionar resultados desastrosos en la empresa, debido a que aumenta considerablemente el número de errores que una persona cansada puede cometer. Además, existen mayores posibilidades de accidentes de trabajo, sobre todo en los desplazamientos, debido a la acumulación de fatiga física. Y también debemos mencionar la enfermedad del siglo XXI: el estrés. La ansiedad que produce el tener un estado de gestión de tareas continua, con la sensación de no poder cumplir con nada, ni con el trabajo ni con tu vida personal, es altamente perjudicial.
Si sumamos las bajas por estrés y los accidentes de trabajo derivados de jornadas continuadas y extensas, los gastos de compañía se disparan, pudiéndose evitar con un modelo de flexibilidad que permita afrontar estas situaciones. Muchas empresas ya han comprobado que gestionando jornadas flexibles han disminuido sus ratios de coste derivados de estas dos situaciones.
Si hablamos de compatibilizar vida personal y profesional en un aspecto clave como es la conciliación, debemos mencionar a Stew Friedman quien, en su libro Total Leadership, resalta que en realidad no son dos aspectos los que hay que conciliar, sino cuatro: trabajo, familia, comunidad y sociedad, y dedicación a uno mismo. Es decir, la plenitud personal se alcanza cuando estos cuatro elementos son compatibles, ya que nos completan como persona y nos hacen ser mejores ciudadanos y profesionales.
Cada vez más empresas están "dejando entrar" modelos de flexibilidad laboral en sus organizaciones. ¿A qué esperas para hacerlo en la tuya?