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Los riesgos y oportunidades de los profesionales de la privacidad

Judel Meléndrez, Marcos M.ª

Capital Humano, Nº 395, Sección Crecimiento profesional / Tribuna, Marzo 2024, CISS

Portada

Marcos Mª Judel Meléndrez

Presidente de APEP (Asociación Profesional Española de Privacidad)

Hoy día existe una gran conciencia social y empresarial sobre la importancia de la protección de datos y la privacidad, lo que ha supuesto un enorme impulso para los profesionales de la privacidad como actores clave para el futuro y viabilidad de las empresas en España y Europa, especialmente en el entorno digital y tecnológico al que se dirige el mundo.

Esta concienciación tiene dos elementos impulsores. Por un lado, los ciudadanos, que son más conocedores y vigilantes de sus derechos y reclaman una menor intromisión en su esfera privada, principalmente debido a la preocupación de la captación y uso de nuestros datos personales de forma continuada a través de las nuevas tecnologías: internet, redes sociales, videojuegos, aplicaciones móviles, servicios en línea y en la nube, las nuevas herramientas de inteligencia artificial, sistemas de captación de datos biométricos, etc. Por otro lado, el desarrollo de un entorno normativo cada vez más amplio, complejo y en permanente evolución y con sanciones elevadas para las empresas, que hacen que se tomen en serio los riesgos de sus actividades.

Y es que efectivamente la normativa de protección de datos que tenemos en Europa es ciertamente compleja en muchos aspectos, además de una de las más duras del mundo en cuanto a su régimen sancionador. El enfoque del Reglamento General de Protección de Datos, está en analizar los riesgos para las personas que entraña el tratamiento de sus datos en el seno de las organizaciones y establecer las medidas oportunas para eliminarlos o mitigarlos. Esto provoca que se tenga que realizar una vigilancia y actualización continua de lo que se hace con datos personales, por lo que es necesario contar con perfiles expertos y que presten un asesoramiento adecuado.

Además, esta la normativa es transversal en las organizaciones, afecta a todo lo que tiene que ver con datos personales, que hoy día es prácticamente todo, desde recursos humanos, a tecnología, pasando por marketing, desarrollo de negocio, operaciones... y también influirá notablemente en el tipo de actividad que se desarrolle, pues entran en juego cuestiones como los sectores regulados, el uso de datos médicos, biométricos, publicidad basada en perfiles, para lo cual se requieren profesionales muy especializados.

Otro factor importante que hace cada vez más compleja esta profesión es prolija regulación europea en este ámbito. Un pequeño ejemplo es la aprobación del reciente Reglamento de Datos, o el inminente Reglamento de Inteligencia Artificial, o los Reglamentos de Servicios Digitales y el Reglamento de Mercados Digitales... Ello genera la necesidad de asesoramiento de profesionales formados, actualizados y capacitados que ayuden a las empresas en un mercado muy competitivo y con riesgos reales.

Por ello, los profesionales de la privacidad están siendo un elemento clave para las empresas y organizaciones. En los últimos años, se ha experimentado un enorme aumento de la demanda de empleo para equipos de privacidad y delegados de protección de datos, tanto para asesoramiento interno como externo. Abogados especializados en protección de datos, técnicos de ciberseguridad, auditores y consultores en privacidad, son perfiles que se encuadran entre los más demandados por las empresas, consultoras, auditoras y despachos de abogados.

Por un lado, las importantes y cuantiosas sanciones de la Agencia Española de Protección de Datos y los riesgos reputacionales para las empresas, favorecen la contratación de este tipo de perfiles, que cada vez tienen más peso en las organizaciones por la importancia que tiene su asesoramiento para su viabilidad. Por otro, la normativa de protección de datos establece la obligación de contar con un delegado de protección de datos interno o externo para aquellas empresas que realizan determinadas actividades o que se encuadran en determinados sectores, así como aquellas que traten datos personales a gran escala o especialmente protegidos, lo que también impulsa la demanda.

Sin embargo, esta creciente ola de demanda lleva aparejada tres importantes retos. En primer lugar, el profesional de la privacidad debe estar muy especializado, tener experiencia demostrable y, especialmente, estar actualizado y al día en cuanto a toda la ingente normativa aplicable en el ámbito de la digitalización y las nuevas tecnologías.

En segundo lugar, los profesionales de la privacidad se enfrentan al reto de no ser bloqueadores del desarrollo del negocio, y por tanto prescindibles. Únicamente aquellos profesionales que aporten valor añadido a la empresa y sepan conjugar bien la protección de los derechos personales con el desarrollo de los negocios y las ayuden a ser competitivas, serán útiles para sus organizaciones.

En tercer lugar, la rápida propagación de la Inteligencia Artificial también supone un importante riesgo para este sector profesional. Por un lado, sabemos que hay muchas situaciones en las que una IA puede llegar a sustituir a un profesional en el desarrollo de sus funciones, y los profesionales de la privacidad no somos una excepción. Para luchar contra ello, se debe ser creativo y poner el foco en la estrategia tecnológica y de protección de para la entidad. Pero por otro lado, la incidencia de la IA en las organizaciones abre una enorme oportunidad a los profesionales de la privacidad, que estamos llamados a posicionarnos, de nuevo, como un elemento clave en la supervisión, asesoramiento y gobernanza sobre la IA en las empresas y administración pública. Es una oportunidad única que implica un profundo esfuerzo de actualización de conocimientos, habilidades y estrategia.

Por ese motivo, desde la Asociación Profesional Española de Privacidad desarrollamos e impulsamos una formación de calidad específica para que los profesionales puedan afrontar los retos que supone asesorar sobre la aplicación de unas normas de tal envergadura, dotándoles de los conocimientos y aptitudes precisas para poder afrontar dichos retos con confianza. Además, desde APEP capacitamos a los profesionales con un Certificado de DPD propio de prestigio que sirve al profesional para distinguirse en el mercado y optar a puestos relevantes.

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