Capital humano - DocumentoSEO
El documento tardará unos segundos en cargarse. Espere, por favor.
La Ley logo

La felicidad, desesperadamente (1) (segunda parte)

González, Carlos

Capital Humano, Nº 363, Sección Crecimiento profesional / Tribuna, Abril 2021, Wolters Kluwer

Portada

Carlos González

Partner & Co-Founder de empathicwarriors

«La vida se desarrolla donde fluye la empatía», eso creo.

¿La felicidad, desesperadamente? Sí, sin dudas. Así terminaba la tribuna del mes pasado. En concreto la última frase decía: «Mientras tanto: DES - ESPERA, o léete el libro». Imagino ya lo habrás leído y releído.

Parémonos 5 minutos a reflexionar sobre el mismo. ¿Qué invitación nos lanza Comte-Sponville en su libro, en sus últimos párrafos?

«Se trata, en el orden teórico, de creer un poco menos

y deconocerun poco más. En el orden práctico, político o ético,

se trata de esperar un poco menos y deactuarun poco más.

Por último, en el orden afectivo o espiritual,

se trata de esperar un poco menos y deamarun poco más.»

O, resumido en tres palabras, la invitación es: conocer, actuar y amar. Imposible más sencillo y directo.

Sigamos parados. Sin esperar ni desesperar (esta última sí en el sentido coloquial, que no en el de André C.S.). Simplemente repitiéndolas en nuestro interior mientras prestamos atención a la respiración: conocer, actuar y amar.

En los índices de felicidad (hablamos de estos en la tribuna anterior) la verdad es que estos factores no aparecen. Se miden otras cosas. Por ejemplo: esperanza de vida, calidad del medioambiente, renta per cápita, corrupción, libertad...

En los job description de los Happy Managers tampoco. Un ejemplo encontrado en el google world: «responsable de atraer y retener el talento de las empresas mediante estrategias de felicidad en el trabajo definidas en su departamento de felicidad» (2) . Tampoco en la descripción de la misión del departamento: «La Felicidad en el Trabajo es lograr el bienestar de los empleados en tu empresa a través de un equilibrio en aquellos factores que hacen feliz al empleado como son ambiente laboral, flexibilidad horaria, salarios, desarrollo de habilidades, realización personal, liderazgo, formación, reconocimiento, beneficios sociales, estabilidad laboral, oficinas, recursos, bienestar y cultura corporativa.» Ni conocimiento, ni acción, ni amor. Ni mencionarlos. Parece que la fórmula, en su esencia, tiene que venir de «afuera»: darlesa las personas cosas que les hacen felices. Como si viviéramos en una permanente noches de los Reyes Magos. Ufff, que expresión tan esclavizante y generadora de decepción y, paradójicamente, de sufrimiento: ¡¿darles cosas qué les hacen felices?!

Ahora sí que me he quedado parado en seco

No creo, incluso antes de leer a Comte - Sponville, que se pueda dar nada a nadie para hacerle feliz. Estoy firmemente convencido que es educativamente insano darle cosas a las personas para que sean felices; o educarles en esa creencia que las cosas, las experiencias o las personas pueden darte la felicidad. Es como vivir con un slogan que proclama: «Ya serás feliz cuando ocurra aquello, o cuando alcances lo otro, o cuando te sea concedido, reconocido o regalado cualquier otra cosa...»

Si esto fuera así, el 99% o más de la población mundial, es decir, unos 6.900 millones de personas del planeta Tierra estaríamos abocados a la infelicidad. Básicamente porque por mucho que tengamos, como ocurre la mañana siguiente al día de los Reyes Magos, resurge el deseo de MÁS. De tener MÁS.

La felicidad, creo firmemente, tiene que ver con la des - esperanza. Con no esperar que te den; o que llegue, o que pase, o que no se acabe... La felicidad, como dicen los filósofos tiene más que ver con:

  • El conocimiento, el awareness... Es decir, identificar, discernir, practicar el pensamiento crítico. Saber y conocer en profundidad los mapas de la historia y de la praxis y de uno mismo... Y no esperar que «sin reducir la ingesta uno puede adelgazar; o que sin preparar bien las reuniones comerciales los clientes comprarán por buen rollo, o que dentro de 10 años ya seré feliz cuando...»

    Dejar atrás la ignorancia, la ingenuidad, los sesgos, los prejuicios y mantener la curiosidad por seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida. Empezando por el auto-conocimiento. Aprender cada día te acerca algo a la felicidad, porque te permite avanzar sin tanta ceguera y sin tanto miedo. Más libres.

  • La acción, el paso a paso, la constancia, la resiliencia, la disciplina, el esfuerzo... Ser feliz es un trabajo exigente, duro, serio... El más exigente mientras estamos vivos. No es un logro. Esa es una visión naif e infantil. Es un camino. Implica acción y convivir con el riesgo a experimentar, a equivocarte, a sentir tristeza o decepción,... y volver a la acción. La felicidad es acción con conocimiento.
  • El amor, a lo que uno hace, conoce, reconoce, bien llega o bien se marcha. Amor, sin apego y sin deseo, a lo que uno aprende, experimenta, trabaja, habita, vive, y hasta sufre —sin que éste se apodere de nosotros......

    Porque en el dolor, cuando sabemos no dejarnos arrastrar y sufrir hasta la extenuación en caida libre, también hay una oportunidad de valorar lo amado. Desde el aprendizaje de que la pérdida es parte de la vida.

Así que la felicidad arriba cuando te pilla en acción, con conocimiento y amando lo que haces /vives / eres. Felizmente no tiene nada que ver con lo que uno tiene, ni con las cosas que a uno le dan:

  • Felizmente, porque permite que en Benín se pueda ser feliz, aunque los índices digan lo contrario.
  • Felizmente, porque uno puede ser feliz, aunque en su empresa no haya Happy Manager o no haya beneficios sociales...

Así que la felicidad en la empresa, en la familia, en la vida... depende más —como dicen algunos filósofos— de la des-esperación que de la esperanza. Depende más de la filosofía que de los likes. Depende más de conocernos mejor, de aplicar y practicar lo aprendido y de hacerlo con amor y voluntad de servicio. Y no, para nada, de esperar que desde fuera nos den cosas, da igual que sea la fórmula, la app o la promesa de la felicidad futura.

Volviendo al principio, ¿leíste el libro? ¿No? No esperes a que te lo cuenten... Mientras, lo leas o no: «Conoce, actúa y ama. La felicidad está en cada paso».

(1)

Andre Comte - Sponville (2001) La felicidad, desesperadamente. Paidos Contextos. Barcelona

Ver Texto
(2)

https://www.felicidadeneltrabajo.es

Ver Texto