Licenciada en Derecho y postgraduada en Gestión de Recursos Humanos y Relaciones Industriales, Núria Martín es desde 2018 la directora de Recursos Humanos de la firma internacional de abogados Cuatrecasas. Se describe a sí misma como una persona «leal, curiosa y exigente». La razón que la mueve a vivir cada día con pasión es su familia y «los muchos proyectos pendientes». Entre ellos, aprender a coser o hacer terapia, que, según dice, «es de valientes». La madre de Diego se somete en este cuestionario al tercer grado de Capital Humano.
Pregunta (P).- Defínase en una sola frase.
Se necesita una vida para responder a esta pregunta. Pero creo que no me equivoco si digo que soy comprometida, determinada, leal, entusiasta, práctica, curiosa, impaciente y exigente.
P.- ¿Qué cualidad admira más en las personas?
Me resulta difícil quedarme con una. ¿Sirve una combinación? Inteligencia, integridad y bondad, con uno mismo y con los demás.
P.- ¿Qué defecto no se debería permitir nunca un directivo?
La inconsistencia. Tampoco el individualismo.
P.- ¿Cuál es su actividad profesional favorita?
Cualquier proyecto que suponga un reto, que tenga el potencial de generar un impacto relevante en la compañía o más allá de esta y que implique trabajar con otros.
P.- ¿Tiene alguna asignatura pendiente?
Muchísimas. Soy muy curiosa, me interesan muchas disciplinas y me gusta estudiar. Por mencionar algunas: hacer terapia, que es de valientes, emprender, estudiar psicología, aprender a coser, vivir un tiempo en otro país, la docencia, dedicar más tiempo al ocio…
P.- ¿Cuál es su aspiración profesional?
En esta etapa de mi carrera, que la gestión de personas sea un valor que impregne todas las dinámicas y rincones de la organización; que esté integrada en la gestión del despacho, tanto estratégicamente como del día a día, que cueste diferenciarla de esta.
P.- ¿Cómo definiría el liderazgo?
Entiendo el liderazgo como la capacidad de desarrollar una visión a largo plazo y establecer un rumbo claro para alcanzarla. El liderazgo implica perseverancia y determinación para avanzar incluso en los momentos más difíciles, así como habilidad para fomentar un propósito compartido y motivar a otros para que se sumen al proyecto.
P.- ¿Se compromete con los proyectos o con las personas?
Con ambos. Me parece, además, que los proyectos sin personas solo existen sobre el papel.
P.- ¿Cuál es su libro/autor (profesional) favorito?
No tengo uno en particular, pero sí hay dos ámbitos de conocimiento que me parecen claves en la función de Recursos Humanos: la comprensión del comportamiento de las personas -en mi caso, aproximarme a Karl Jung me abrió un mundo- y la dirección estratégica.
P.- Una novela, una obra, un artista.
Brooklyn Follies, de Paul Auster. Y, si me permites un guiño al autor que inspiró este cuestionario, Cinco lecciones de amor proustiano, de Estela Ocampo.
P.- ¿A qué persona admira en su vida profesional?
Mi actividad profesional requiere de mucha interacción social. Comparto mi día a día con muchas personas a las que admiro por distintos motivos: por sus conocimientos, por su tesón, por su inteligencia, por su creatividad, por su interés genuino en los demás… Y he tenido la suerte de cruzarme con personas valiosísimas que me han aportado muchísimo.
P.- ¿A qué personalidad de cualquier ámbito considera un referente ético?
A cualquier persona, sea conocida o no, que pone sus capacidades al servicio de los demás, ya sea para proteger sus derechos, para contribuir en su educación, para ofrecer consuelo, etc.
P.- ¿Puede indicar una empresa o institución como modelo a seguir?
Siento admiración y mucho respeto por las organizaciones que se dedican a personas o colectivos con dificultades, cuya única oportunidad es, en muchas ocasiones, estas organizaciones.
P.- ¿Está satisfecho de su equilibrio personal/profesional?
La verdad es que no del todo, pero lo estoy mejorando.
P.- ¿A qué dedica su tiempo libre?
A la lectura, a viajar, a disfrutar de la familia, al deporte, a estar en contacto con la naturaleza, a almuerzos interminables con amigos…
P.- ¿A qué tiene miedo?
A que les suceda algo malo a mis seres queridos.
P.- Cite una idea o una iniciativa que haya impactado en su trayectoria vital.
La maternidad. Mi mayor sensación de plenitud fue en un parque, una tarde, con mi hijo Diego, que tenía entonces tres años y un puñado de arena en la mano... No necesitaba más. La maternidad multiplica por infinito las vivencias, hace aflorar lo mejor de una misma y, al mismo tiempo, te coloca frente a un espejo. Es una toma de conciencia que te ofrece la oportunidad de, si quieres, ser mejor persona.
P.- ¿De qué está profundamente satisfecho?
De no olvidar qué es lo realmente importante, de tener límites y de, en momentos muy complicados, creer que tarde o temprano, tras las dificultades, de nuevo habrá luz.
P.- Un sueño.
Llegar a mayor un poco sabia, acompañada de las personas a las que quiero.
P.- ¿Cómo toma el café?
Solo. Y el primero de la mañana, si es posible, sola. Es mi pequeño espacio para estar conmigo misma.