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«Queen sabía cuál era su proyecto y respetó los espacios de creatividad de todos»

Entrevista con Salvador López, profesor de ESADE

José Antonio Carazo

Director de Capital Humano

Capital Humano, Nº 500, Sección Headhunting y selección / Reportajes, Enero 2018, Wolters Kluwer España

El pasado mes de octubre de 2018 se estrenó en el Reino Unido Bohemian Rhapsody, una película sobre la trayectoria de la banda británica Queen y, especialmente, sobre el líder del grupo, Freddie Mercury. La película refleja cómo fueron creando algunos de los temas que se han convertido en clásico del rock y traza un perfil de cada uno de sus integrantes. Salvador López, profesor de ESADE, analiza los atributos de la banda –tanto a nivel individual como grupal- que son extrapolables a la gestión empresarial, en general, y a la de personas, en particular.

Autor: CARAZO MURIEL, José AntonioTítulo: Salva López (ESADE): “Queen sabía cuál era su proyecto y respetó los espacios de creatividad de todos”.Fuente: Capital Humano, nº 339. Febrero, 2019.Resumen: Posiblemente no se pueda decir que Queen ha sido la banda más grande de la historia del rock, pero seguramente tampoco se podrá de-cir que ha habido otra más grande. Cuando todavía se escuchan sus canciones en las radios del mundo entero y algunos de sus temas se han convertido en himnos y sintonías universalmente conocidos, la película ‘Bohemian Rhapsody’ –estrena a finales de 2018- les ha puesto de nuevo de máxima actua-lidad. Un análisis minucioso de las personalidades de sus integrantes y de su dinámica como grupo, hacen de Queen un modelo que ilustra algunos de los principales atributos de gestión desde el lide-razgo hasta la creatividad, pasando por el trabajo en equipo y la gestión de las emociones.Descriptores: Liderazgo / Trabajo en equipo / Compromiso / Creatividad

Cartel de la película «Bohemian Rhapsody»

El pasado 24 de octubre de 2018 se estrenó en el Reino Unido Bohemian Rhapsody, un biopic centrado en la banda británica Queen, aunque la película centra su atención sobre el líder del grupo, Freddie Mercury. Al margen de la calidad artística de la cinta y de la interpretación de los actores, la película refleja con bastante fidelidad la trayectoria de una banda que prolongó su vida artística durante 20 años y creó algunas de los himnos más populares del rock. «Bohemian Rhapsody», «We will Rock You», «We are the champions», «Another One Bites The Dust», «Radio Ga Ga», «Show Must Go On»…, ya son temas clásicos de la historia de la música.

Lo cierto es que un análisis global de la banda y personal de cada uno de sus integrantes aporta ejemplos y aprendizajes que se pueden extrapolar al mundo de la empresa, de los negocios y de la gestión de personas. Liderazgo múltiple, creatividad, innovación, trabajo en equipo, co-creación, humildad, gestión de las emociones. Son muchos los conceptos que se desgranan de sus perfiles profesionales y de su comportamiento grupal.

Una conversación con Salvador López —SalvaRock— ayuda a entender qué podemos aprender de una de las más grandes bandas de la historia del rock. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, Salvador López es el fundador, director y locutor de programas radiofónicos sobre música, columnista en distintos medios y —posiblemente los más importante— músico en activo con dos discos publicados y que ha fundado diversas bandas de rock, pop y blues y ahora milita en dos proyectos de jazz. Ha pasado los últimos once años impartiendo clases de Marketing en ESADE Business School, es emprendedor y asesor de diversas empresas, experto conocedor de la música en general y del rock en particular. Autor del best seller «Rockvolución Empresarial: lecciones del mundo de la música para directivos y emprendedores» (Empresa Activa, 2011), utiliza el ejemplo de músicos y bandas para enfrentar a los problemas desde un punto de vista original.

P.- ¿Queen ha sido la banda más grande de la historia?

SalvaRock.- Se dice que ha sido una de las mejores bandas o de las más grandes bandas de rock de la historia. Yo no hablaría de que haya una que sea la más grande. Huyo de eso. ¿Para qué entrar en una competitividad de ese tipo? Pero es evidente que ha sido una de las más grandes, por muchas cosas, Por un lado porque fueron unos de los creadores de lo que fue el "stadium rock". Eso hizo dar un salto adelante a este tipo de show. También lo hicieron Pink Floyd, pero Queen fueron de los primeros en crear esa categoría.

P.- Es decir, que fueron innovadores.

S.R.- Las canciones tienen una característica en la que a veces no se repara, que es el tamaño para el cual están pensadas. Es decir, la música de Dire Straits o de Queen no cabe en una sala pequeña. Del mismo modo, un concierto de jazz no cabe en un estadio, es una música más íntima. Es una característica en la que nadie piensa. Normalmente las bandas que hacen rock a lo grande son más de estadios, de grandes lugares abiertos. Queen fue una de esas primeras que hizo música muy grande para recintos muy grandes. Otra característica de su trayectoria es que su carrera fue muy larga. Estuvieron 20 años juntos, hasta el fallecimiento de Freddie, y en esos casi 20 años hicieron 14 discos, pasando por varias etapas. Una gran banda no surge de la noche a la mañana, ni en dos álbumes se convierte en una gran banda. Es un trabajo de equipo y de tiempo, hay que ser corredor de fondo y ellos lo fueron.

También innovaron muchísimo, no sólo en los conciertos multitudinarios. Queen nos enseñó a romper estándares, a romper ideas preconcebidas. Yo los utilizo mucho como ejemplo de innovación disruptiva. Todos nosotros a nivel individual y las empresas que construye el ser humano, adolecen de arrastrar límites o normas que nadie ha escrito. Hasta que Freddie Mercury dijo «vamos a hacer Bohemian Rhapsody y mezclaremos la ópera con el rock», el rock era sólo rock y a nadie se le había ocurrido romper ese tabú.

Brian May y Freddie Mercury durante una actuación.

P.- Pero romper reglas a veces tiene el riesgo del fracaso económico.

S.R.- Sí. La innovación conlleva inherente un riesgo económico, puede salir bien o no. Hay muchos ejemplos de innovaciones, o reinvenciones, que han salido mal. Por ejemplo, en el mundo de la música está el caso de Bunbury cuando dejó los Héroes del Silencio. En el primer concierto que dio se puso a pinchar música electrónica y fue un desastre, a la gente no le gustó nada. Le costó varias innovaciones y varios pensamientos disruptivos volver a la carretera y a la buena onda. Efectivamente, el entorno suele aceptar mal las innovaciones. Las empresas crean determinadas maquinarias y quieren rodarlas y rentabilizarlas. Cuando llega alguien con una cosa nueva les obliga a rediseñar sus maquinarias, sus engranajes, sus procesos, y eso no les gusta.

P.- Empezando por Bohemian Rhapsody, que fue una canción que rompía los estándares de la música radiable.

S.R.- Sí, porque era muy larga. Había una norma no escrita que decía que si quieres que tu música salga en la radio tienes que adaptarte a lo que se llamaba radiofórmula. Las canciones «radiables» deben que durar alrededor de tres minutos. Sin embargo Bohemian Rhapsody duraba 6 y rompió el formato acostumbrado. Pero, tengamos en cuenta que romper con los formatos tiene sus pros y sus contras. El locutor que pincha una canción de 6 minutos tiene tiempo de salir al baño o de tomarse un café, eso es un incentivo positivo para pincharla entera y saltarse la norma. Es un formato no habitual que también aporta ventajas al canal de distribución, es decir, a las emisoras de radio, pero hay que ser capaz de entenderlo así.

P.- Tampoco tenía un estribillo. ¿Se tiraron a la piscina?

S.R.- Yo creo que se tiraron mucho a la piscina, mezclaron muchas cosas y, además, con estilos muy diversos. Algunas canciones de Queen parecen música de cabaret, con una guitarra eléctrica que sonaba estupendamente bien y una batería muy buena, muy rockera, pero música de cabaret al fin y al cabo. Lograron que a los oídos sonara muy fresca, de hecho hoy en día sigue sonando fresca. También hicieron canciones súper divertidas, como «Bicycle Race» o «Somebody to love» pero luego fueron capaces de hacer otras desgarradoras como «Who Wants to Live Forever». Una persona encuentra en Queen muchas cosas, es difícil cansarse de ellos porque no son repetitivos, en un disco pasan muchas cosas distintas, contiene una oferta emocional muy diversa. Hay empresas que deberían aprender esto. Da mucho en qué pensar, creo yo.

Salva López, profesor de ESADE.

RASGOS DE LIDERAZGO DE UNA BANDA IRREPETIBLE

FREDDIE MERCURY. Vocalista. «Destaca su versatilidad, su personalidad tan encantadora, su carisma, que es lo que tiene que tener un frontman. Un frontman tiene que tener mucho carisma y mucha seguridad en el escenario, dominar la escena, no cantar con miedo», conectar con el público, liderar al público incluso.

BRIAN MAY. Guitarrista. «Era un tipo muy creativo. Realmente, la guitarra de Brian May es única, su aproximación musical a ese instrumento no se ha repetido, no hay otros guitarristas que suenen como él, ni él sonaba como otros guitarristas. A la vez era un tipo que sabía trabajar en equipo. Algunas de las canciones eran suyas pero muchas canciones eran de Freddie y de los demás y él tenía la flexibilidad de saber estar en su lugar y meter un solo de guitarra estupendo, como si la canción fuera suya. Por ejemplo, "Crazy Little Thing Called Love" es una canción que compuso Queen cuando May estaba de viaje y a él no le gustó, pero aun así le puso un solo de guitarra excelente. Eso es saber trabajar en equipo, no exigir que te guste todo sino poner tu talento al servicio del proyecto».

ROGER TAYLOR. Baterista. «Estaba dispuesto a participar en todo lo que se le requiera, hacía unos coros magníficos y era capaz de cantar en directo. Muchos de los coros de Queen eran su voz, tenía una voz además muy buena. Podría haber tenido una carrera como cantante. Sin embargo, nunca reinvidicó más espacio para cantar y lucir su voz, siempre se sumó al proyecto».

JOHN DEACON. Bajista. "Era el típico bajista discreto. Por alguna razón los bajistas suelen ser así, gente discreta que está como en un segundo plano, pero muy sólido y que nunca tuvo miedo de aportar sus propuestas. Muchas de sus frases y motivos dieron lugar a algunos de los mejores temas de Queen".

P.- ¿Hay muchas formas de acercarse a Queen?

S.R.- Exacto. A una persona Queen le llega por una canción y, gracias a esa canción, escucha las demás. A otra persona le llegará otro tipo de canción. Es realmente una oferta muy diversa que permite que a mucha gente le pueda gustar alguna y, por esa una, acaba aceptando el conjunto.

De pie: John Deacon. Sentados: Brian May, Roger Taylor y Freddie Mercury.

P.- ¿Queen es un ejemplo de liderazgo múltiple?

S.R.- En Queen pasaba un poco como en The Beatles. Había dos personas que eran muy creativas y lideraban más que las otras dos, que eran el guitarrista, Brian May, y el vocalista, Freddie Mercury. Los otros dos iban más a la zaga, pero también tenían sus espacios de creatividad. De hecho, hay canciones muy famosas que no son ni de Brian May ni de Freddie Mercury. Por ejemplo, Roger Taylor, que era el batería, es el que compuso «Radio Ga Ga», que fue un súper éxito. Y John Deacon, que era el bajista, compuso otros grandes himnos de la banda como «Another One Bites the Dust».

Pero evidentemente había dos que marcaban más el ritmo de la banda y en especial uno, que era el frontman, Freddie. ¿Cómo se consigue eso? Pues se consigue teniendo muy claro que estás en un barco con los demás y que, si al barco le va bien, a ti te va a ir bien. A parte del sentido de proyecto conjunto, otro aspecto importante es lo que yo llamo "liderazgo alternante", y también puede llamarse «liderazgo distribuido». Significa que no hay uno que mande siempre. Puede que haya uno que mande más pero no manda todo el rato. Eso permite al líder descansar. Para un líder mandar todo el rato es agotador. Cuando sabes que puedes soltar el liderazgo cuando lo necesites y dejarlo en manos de otro que luego te lo devolverá cuando haga falta permite que todo el mundo entienda muy bien lo que significa liderar, que cuando tú lideras necesitas que los otros te sigan y que cuando otro lidera necesita que tú le sigas. Eso te convierte en un mejor miembro del equipo porque lideras mejor cuando te toca, y sigues al líder de turno cuando conviene.

P.- Y resta presión.

S.R.- Exacto, porque si no te puedes quemar como líder. Está muy bien trabajar con otros que también pueden liderar si es necesario. Eso es un equipo más eficiente que otro equipo donde siempre hay un líder único que se verá obligado a seguirlo siendo aunque esté agotado o no pueda con ello.

P.- También las personas que están en un segundo plano son importantes en el equipo.

S.R.- En efecto, si no hay bajo, no hay banda, porque además aporta cuerpo al sonido. Un bajo es como la base de un pastel que soporta encima todo lo demás. Si le quitas el bajo, la música se queda vacía. El bajo, junto con la batería, forma lo que se conoce como base rítmica, que en el caso de John Deacon, aportaba algo muy especial, muy melódico. En ocasiones estaba muy discretamente allí colocado, pero en otras ocasiones era muy protagonista. Y eso también es muy interesante. Que el bajo sea protagonista puede hacer que la canción y la banda brillen por eso, porque hay equilibrio y diversidad. Así, cuatro instrumentos pueden mezclarse de diversas maneras, y se consiguen muchos resultados distintos, muchas texturas distintas, todo con las mismas cuatro personas. Hay bandas que siempre suenan igual, pero Queen no. Eso es un gran mérito.

P.- ¿Cómo se logra que una personalidad como la de Freddie Mercury no fagocite las de los demás miembros del equipo?

S.R.- Hay muchas bandas que no sobreviven precisamente porque hay demasiada tensión entre ellos. Pero yo creo que ahí es cuando hablamos de la profesionalidad de un equipo. Yo creo que en Queen, y eso también pasó en Pink Floyd desde otro punto de vista, todos eran conscientes de que participaban de una auténtica empresa. Ellos querían que funcionara y estaban dispuestos a hacer concesiones individuales. Si hay un líder que es muy líder y que marca mucho la pauta con su personalidad es necesario que los demás tengan muy claro que eso es una empresa, y que conviene que haya un líder claro, pero a la vez que haya respeto entre todos y que cada cuál tenga su espacio. Está claro que en ese caso era Freddie que era el que tenía más capacidad de liderazgo pero también en ese caso el líder tiene que ser muy profesional. ¡Si eso no lo tienes claro, monta otro proyecto! De hecho, alguno de ellos se montó otro proyecto paralelo porque tenía otras inquietudes que no cabían en el proyecto común. Eso es algo habitual en muchas bandas.

P.- ¿Por qué Freddie Mercury no hizo una carrera en solitario?

S.R.- Eso se lo preguntaron a Freddie en una ocasión y respondió lo siguiente: «Yo estoy a gusto en Queen, tengo mi espacio. En cada disco hay unas canciones que son mías y otras que son de los demás, pero no necesito que todas sean mías. No necesito que el cien por cien del espacio sea mío. Mientras tenga mi espacio estoy a gusto. ¿Para qué me voy a ir?» Creo que había encontrado el equilibrio y para mí eso es fair play. ¿Por qué vamos a romper algo si funciona y nos llevamos bien?

P.- ¿Es más fácil innovar cuando tienes montones de fans o, al contrario, es más arriesgado?

S.R.- Pues las dos cosas. Innovar siempre es un riesgo. Te doy algunos ejemplos. Bob Dylan ya era famoso como cantante de folk, él sólo con su guitarra acústica y su armónica cantando sloganes de reivindicación social, y un buen día «se electrifica» aparece en un escenario con una banda y con una guitarra eléctrica. Hay una grabación en directo de esa época, de uno de sus primeros conciertos, donde se oye perfectamente cómo alguien del público le grita: «¡Judas!». Creo que lo dejaron en la grabación porque querían recoger que la gente muchas veces se resiste y no les gusta lo que haces. Dylan le responde algo que también se oye en la grabación: «I don’t believe you!». ¡No te creo! ¿Me estás diciendo que no te gusta esto? ¡No te creo! Siempre hay una parte del público a la que le encantan los cambios. Pero, siempre hay otra proporción de la población, que es mayor normalmente, a la que no le gustan los cambios, que prefiere más de lo mismo.

Estatua de Freddie en Montreux (Suiza).

Otro ejemplo es el de BB King, el Rey del Blues. Siempre hizo lo mismo. La gente que iba a ver a BB King sabía que conservaba la esencia del bues, de la música popular americana del Misisipí y del Delta. Si a BB King le hubiera dado por innovar habría habido una parte del público que le hubiera tirado huevos. Su papel en la historia de la música no era innovar, sino conservar la esencia y el legado del blues. Cada cuál debe ser consciente de para qué ha sido llamado.

P.- ¿Uno tiende a hacer lo que sabe hacer bien?

S.R.- Claro, de todos modos el posicionamiento de Queen era el de hacer una música sorprendente. Ellos sabían que su público estaba más abierto que otros a lo que le fueran a proponer. Quizá por eso lo tuvieron más fácil. De todos modos, siempre es un riesgo hacer cosas diferentes.

P.- También innovaron implicando a sus fans. ¿Así compartes el riesgo?

S.R.- En el caso de Queen había una preocupación honesta por entender a la gente y crear un vínculo con ellos. Una evidencia de eso, que sale en la película aunque no sé si fue exactamente así, es cómo Brian May compuso «We Will Rock You». Lo que sí sabemos es que Brian May la compuso pensando en cómo sonaría cuando la cantara «con» su público, no «para» su público. Quería que el público estuviera dentro de la canción para que se lo pasaran bien, para que participaran. Supongo que porque percibía el muro que hay entre tú, que estás arriba en el escenario, y la gente, que está abajo. Él quería que la gente pudiera co-crear con ellos.

Otra evidencia es algo que también dijo Freddie en una entrevista. Reconoció que le gustaba andar entre la gente para saber de qué hablaban, qué les preocupaba, en que se fijaban. Antes de subir al escenario en algunos conciertos, supongo que en las primeras etapas de Queen cuando actuaban en locales pequeños, se paseaba entre el público para oír lo que la gente comentaba. Eso te da pistas de lo que a la gente le preocupa, de lo que le gusta. Es como hacer una pequeña investigación de mercado. Conozcamos qué le preocupa a la gente y hagamos nuestra música teniéndolo en cuenta.

P.- ¿Cuál es el legado de Queen?

S.R.- Hay muchos niveles de legado. A nivel musical no voy a entrar porque no acabaría. Ahí la influencia ha sido enorme en muchos músicos a nivel de estilo, de cómo sonaba aquello, de qué hablaban sus canciones, de cómo usaban la armonía, cómo usaban la guitarra o el piano, de sus inigualables coros...

A nivel de equipo y de proyecto creo que podemos decir que Queen fueron muy perseverantes, fueron como una empresa. Estuvieron lanzando discos continuamente. Incluso algunos años lanzaron dos (en 1974 y en 1980). Fueron muy constantes, lo cual es muy importante en este negocio para mantener el ritmo, para que la gente no se olvide de ti. No puedes desaparecer 4 años y querer que tus fans sigan ahí. También fue una banda con un portfolio diverso. Al final los músicos venden emociones y ellos tenían un portfolio de emociones muy diverso. Cada disco tiene su canción triste, su canción divertida, su canción rebelde,...

A nivel de equipo destacaría que cada uno sabía cuál era su lugar, su papel, y eso es algo muy importante porque muchas veces hay gente que no está a gusto en un equipo pues porque no ha asumido cuál es su lugar y quiere obtener del proyecto cosas que no caben en el proyecto. Quizá por eso ninguno emprendió una carrera en solitario, aunque sí hicieron cosas al margen de la banda. Freddie Mercury grabó dos discos sólo pero eso no significa que quisiera hacer una carrera en solitario. Sólo significa que le apetecía hacer algo que no cabía en el grupo. Los miembros de Queen consiguieron ese equilibrio, saber muy bien cuál era el proyecto y, si tenían otras inquietudes, no meterlas en el proyecto principal y trabajarlas aparte. Es algo que si no se gestiona bien, rompe los proyectos principales.