
Lourdes Molinero
Socio Director De Incipy

Hace unas semanas se presentaron los resultados del estudio que, cada año, realiza Incipy, sobre la Transformación Digital en RRHH y querría trasladar aquí algunas de las conclusiones más interesantes.
En primer lugar, el ritmo de avance de este proceso de transformación digital en el área de RRHH sigue siendo lento, pues un 71% de las compañías encuestadas están iniciándolo (57%) o a punto de comenzar (14%) y sólo un 23% están muy avanzadas en su desarrollo. La buena noticia es que el porcentaje de empresas que consideran que la digitalización en RRHH no es prioritaria, ha caído a la mitad, del 14% en 2018 al 7% en 2019.
Este es un aspecto importante pues parece que todavía cuesta entender en las compañías que cada vez hay menos tiempo para afrontar el reto de la digitalización en los departamentos de RRHH. La velocidad con la que se producen los cambios es cada vez mayor y entienden que las áreas de negocio tienen que seguir el ritmo, sin embargo parece que la gestión de las personas y todos los aspectos que esta conlleva, puede seguir haciéndose con planteamientos tradicionales o con herramientas desfasadas. Esto tiene un impacto directo en las personas de la organización, tanto para atraer el talento, como para conseguir el engagement del que está dentro de la empresa.
Una vez más, el aspecto que sigue creciendo en las empresas es, la utilización de redes sociales para reclutar talento, ya son un 78% las empresas que han respondido afirmativamente. Hay, sin duda aspectos digitales en los que las empresas están invirtiendo, no cabe duda, pero en mi opinión son aspectos puntuales, como pasa con el incremento de 10 puntos en la utilización de metodologías Ágiles, pero que no responden a un plan estratégico de digitalización con una hoja de ruta bien diseñada, ya que sólo lo hacen así el 33% de las compañías y sólo un 56% está reorganizando roles y funciones en sus organizaciones.
Muchas veces, ir adaptando nuevas metodologías o tecnologías, sin un por qué claro, puede producir desconcierto en la organización y ser contraproducente
Todos tenemos claro a estas alturas que la transformación digital no va, solamente, de incorporar nuevas tecnologías, sino de cambios mucho más profundos en el mindset de las personas y de la organización. Por eso RRHH debería ser el motor y guardián de esta transformación, pero para ello es necesario que tenga claro el camino que debe recorrer y el ritmo al que debe recorrerse. Muchas veces, ir adaptando nuevas metodologías o tecnologías, sin un por qué claro, puede producir desconcierto en la organización y ser contraproducente.
Las empresas están apostando por fomentar el trabajo colaborativo en red, con Redes Sociales Corporativas (64%) pero sólo un 24% dice que funciona bien en toda la organización, al resto sólo les funciona en algunos departamentos o reconocen que les cuesta mucho que los empleados las adopten.
Este tipo de herramientas son operativas cuando responden a unas necesidades reales y los empleados las encuentran útiles realmente para su trabajo. Para ello es necesario arropar este tipo de implantaciones de procesos de formación digital, de acompañamiento de los empleados para que puedan ir descubriendo sus utilidades, de nuevas formas de trabajo, etc… y esto choca con otros datos del estudio como la disminución de la formación en habilidades digitales o la caída de empresas que miden el gap digital de sus directivos y empleados. Quizás porque lo midieron en otro momento y creen que ya lo conocen, pero es algo vivo porque, como ya he mencionado, los cambios son muy rápidos y esos gap hay que medirlos periódicamente.
En resumen, creo que se van haciendo cosas pero, los departamentos de RRHH siguen teniendo la asignatura pendiente de una visión global de lo que supone la digitalización, su papel en esta evolución, tener claro el camino a recorrer y así poder establecer una hoja de ruta que haga que la organización y las personas que la componen, puedan evolucionar con los medios que necesitan para dar respuesta a las necesidades del negocio y de los clientes.