La transformación digital está irrumpiendo con fuerza en todos los procesos que realizan los departamentos de Recursos Humanos, desde la selección a la formación de empleados pasando por el onboarding o la resolución de dudas frecuentes, con el objetivo de que sean más rápidos, ágiles y eficaces. A ello se le añade que el uso de soluciones tecnológicas, como los chatbots o la gamificación, se ha convertido en un elemento fundamental en los nuevos modelos de atracción, captación y evaluación del talento.
Además de estas ventajas comunes para ambas tecnologías, la integración de videojuegos en el ámbito laboral, según los expertos del sector, reporta otros muchos beneficios como son la diversión, el afán de superación, la motivación, una mejor asimilación de conceptos o la movilidad. Una condición, esta última, fundamental en la situación de confinamiento en la que vivimos y en la que muchos trabajadores tienen que trabajar desde su casa.
Por su parte, la utilización de los chatbots aporta a los procesos inmediatez, eficacia, eliminación de sesgos y una reducción de costes. A sus cualidades, hay que añadir su omnicanalidad, es decir, que puede integrarse en distintos canales como, por ejemplo, la intranet de la empresa o distintas aplicaciones como entornos como WhatsApp o Facebook Messenger.
Empresas como Bayer, Ferrovial, Freixenet, Iberdrola o Pernod Ricard, ya están aplicando en distintos procesos relacionados con la gestión de sus trabajadores gamificación o chatbots.
¿Qué es la gamificación?
La gamificación está entrando con fuerza en el mundo corporativo. Este concepto, tal y como explica, Estel Mallorquí, CEO de Biwel —empresa especializada en el diseño de programas de bienestar laboral—, se define como la aplicación de un conjunto de técnicas y mecánicas propias de los juegos en un contexto distinto como es el laboral para conseguir diferentes objetivos.
A esta definición Javier Krawicki, co-fundador de Nawaiam, solución de gamificación que utiliza la inteligencia artificial y la ciencia de datos para optimizar el proceso de selección y contratación, añade que aplicar gamificación a los Recursos Humanos supone convertir un proceso existente en una herramienta más divertida y lúdica y contribuye a dar una imagen de empresa innovadora.
Sin embargo, la gamificación no siempre tiene que hacerse a través de un juego, sino que también puede ser cualquier actividad que cuente con elementos propios de los juegos como barras de progreso, niveles, feedback, puntos u objetivos concretos.
Como destaca, Sergio Jiménez, fundador y CEO de Aiwin, existen muchas formas de hacer gamificación, dependiendo de la finalidad con la que se haga. En el caso de Aiwin, como compañía que desarrolla videojuegos corporativos para concienciar, comunicar y generar valor en la empresa y la sociedad; «es fundamental que emocionen y causen un impacto en el jugador» destaca. Éste es el motivo, apunta Jiménez, para que en los juegos creados por Aiwin no se empleen avatares o modelos renderizados en 3D, sino que graban secuencias en vídeo con personas reales. «Sin emoción, no hay aprendizaje» afirma.
¿Qué son los chatbots?
Un chatbot es un programa que utiliza la Inteligencia Artificial para imitar la conversación con personas con el fin de agilizar diferentes procesos y mejorar la experiencia del usuario. Al estar desarrollado en el entorno de la Inteligencia Artificial sus aplicaciones son muy amplias, ya que además de ofrecer respuestas prediseñadas, los más avanzados son capaces de aprender y de mejorar sus interacciones.
De este modo, un chatbot es capaz de mantener una conversación con una persona utilizando un lenguaje natural y dando respuestas precisas y personalizadas. Lo cual, «en muchos casos puede hacer muy difícil su diferenciación respecto a una interacción con un ser humano», advierte Nilton Navarro, Content Specialist & Project Manager de InfoJobs.
Este dato podría llevar a pensar que con su implantación se pierde el contacto personal, tan importante en la función de Recursos Humanos. Sin embargo, como puntualiza Carlos Rodríguez, socio director de Chatbot Chocolate, su función principal es «liberar de una carga de trabajo repetitiva a los responsables del departamento de recursos humanos que pueden utilizar dicho tiempo en tareas verdaderamente útiles».
Procesos de selección gamificados
Nawaiam

La gamificación se puede aplicar perfectamente hoy en día a procesos de reclutamiento y selección de talento. Un ejemplo de ello es Nawaiam, en este videojuego corporativo desarrollado por Javier Krawicki y Horacio Llovet, el usuario se enfrenta a una situación extrema como resultado de una catástrofe natural global en la que tendrá la misión de rescatar al mayor número de personas posibles. «A través de las conductas, acciones y decisiones tomadas por el usuario en las diferentes situaciones y obstáculos propuestos por el juego, el sistema logrará detectar habilidades naturales de los evaluados y su predisposición para el desarrollo de determinadas competencias» señala Krawicki. Así pues, «define perfiles profesionales críticos y facilita que la decisión sea objetiva y libre de sesgos» añade.
En su caso, sus creadores quisieron que Nawaiam fuera un juego por sí mismo al que hemos añadido funciones para la gamificación de los Recursos Humanos. Por ello, el desarrollo de esta plataforma ha contado con un equipo de entre 20 y 25 personas con perfiles de todo tipo. Desde un guionista de cine que creó la historia, a expertos en Psicología y Recursos Humanos, cuya misión era colaborar con el guionista para crear las preguntas, el árbol de decisión y establecer los diferentes perfiles, pasando por ilustradores que dan vida al juego, un equipo de sonido que creó la música y por supuesto los programadores. Todos ellos coordinados el Project Manager y su equipo para asegurar que el proyecto se concluía en plazo.
Formación a través de videojuegos corporativos
SHE

También es cada vez más habitual aplicar las mecánicas básicas del juego y del videojuego en los procesos de formación y aprendizaje para los empleados. En este terreno en Aiwin son expertos. «Nosotros creamos nuestros videojuegos en función de los problemas y cuestiones que preocupan a las empresas y departamentos de RRHH de hoy en día» explica, Sergio Jiménez, fundador y CEO de Aiwin. Entre las soluciones que ofrecen está Agile, para fomentar la agilidad y la productividad en la empresa, The Leader para ejercitar el liderazgo en entornos volátiles y de incertidumbre como en el que ahora mismo estamos inmersos por la crisis del coronavirus, y Firewall para concienciar sobre los errores de ciberseguridad que cometen los empleados en su día a día, que también está más de actualidad que nunca con el teletrabajo.
Asimismo, hace unos días ha presentado con la retransmisión en directo de una partida real, SHE, un videojuego cuyo objetivo es identificar sesgos y dominarlos.
Jiménez también hace hincapié en que invertir en gamificación, a pesar de lo que se pueda pensar, no está sólo al alcance las grandes empresas. En el caso de Aiwin disponen de diferentes planes de suscripción anual para todo su catálogo de videojuegos cuyos se adaptan al número de trabajadores de la empresa que quiera adquirirlos.
Experiencia gamificada que fomenta el bienestar laboral
Oh Europa!

La propuesta de Biwel es aplicar la gamificación para fortalecer las relaciones laborales, aumentar el engagement y tener una comunicación interna más fluida. Con esta finalidad, surgió Tokio 2020 y más recientemente Oh Europa! El objetivo de ambos retos es sensibilizar a las personas a ser activas en su día a día y crear una mejor cohesión de equipo. Estel Mallorquí, CEO de Biwel, defiende que en el caso de estas dos plataformas que ofrece en Biwel «incorporar elementos gamificables como la competición por equipos, hace que la motivación individual de cada uno por conseguir el objetivo propuesto para el conjunto mejore considerablemente».
Eso sí, Mallorquí advierte de que existe el riesgo de que para algunos «acabe convirtiéndose en una competición de ego para ver quién es mejor», por ello insiste en la necesidad de una adecuada comunicación por parte de la empresa, que sepa transmitir con un lenguaje preciso cuál es el objetivo de dicha actividad, que implique a los empleados, pero también que ponga normas y límites. Asimismo, considera que para que una experiencia de gamificación tenga éxito es necesario que la compañía tenga una cultura y una política de gestión de personas flexible y abierta a innovar. «En una empresa con una cultura del látigo o poco flexible es muy posible que fracase a consecuencia de los miedos de los propios trabajadores» recalca.
Por otra parte, Oriol Aragay Elvira, CTO de Biwel, recomienda que las empresas que quieran implantar gamificación compren las soluciones a terceros especializados si este producto o servicio no es core dentro la empresa ya que crear un reto por parte de una empresa, que no se dedica a ello es muy costoso, en tiempo como en dinero, pero también en energía y coste de oportunidad.
Facilitar la comunicación interna y el onboarding con chatbot
Para Carlos Rodríguez, socio director de Chatbot Chocolate, la tecnología conversacional se puede implantar en todo el ciclo de vida de un empleado, desde que la empresa recibe la candidatura hasta que finalmente forma parte de ella.
Entre los objetivos que tiene la aplicación de los chatbots en una empresa, según los expertos, destacan: dinamizar el proceso de captación de nuevos candidatos a través de canales como Facebook Messenger, resolver las preguntas frecuentes de los empleados a través de WhatsApp o consultar en tiempo real el estado de pedidos/facturas de proveedores mediante la Intranet.
Pero también se usan para procesos de onboarding de nuevos empleados o incluso para mejorar la eficiencia en la gestión de los espacios comunes —reservar salas o gestionar horarios de comida para no saturar el comedor, por ejemplo—. Un ejemplo de aplicación en la incorporación de nuevos empleados es Slack, utilizada por el equipo de InfoJobs/Adevinta. Nilton Navarro, Content Specialist & Project Manager de InfoJobs, explica que esta herramienta asiste a los trabajadores en su adaptación a la empresa, les ofrece toda la información necesaria, atiende sus preguntas y ayuda a los departamentos y equipos a estandarizar el proceso de onboarding.
«En la mayoría de los casos hablamos de una mejora de eficiencia de los procesos en los que se implementa el chatbot» afirma Rodríguez, que añade que «algunos de los clientes con los que hemos trabajado han triplicado los resultados que obtenían con otras tecnologías reduciendo, al mismo tiempo, los costes del proceso».