Ocultar / Mostrar comentarios ¿Liderazgo de reinvención o tiempo de hibernación?
Pilar Llácer
Profesora en EAE Business School y autora del libro Te van a despedir y lo sabes
Angel Sáenz de Cenzano
Country Manager Spain & Portugal @ LinkedIn
Capital Humano, Nº 359, Sección Crecimiento profesional / Tribuna, Diciembre 2020, Wolters Kluwer

La hibernación es el estado de letargo en el que algunos animales se sumergen durante los meses de invierno. Su metabolismo decrece hasta un nivel muy bajo, además de tener una temperatura corporal y una frecuencia respiratoria inferior a lo normal. Un estado fisiológico de adaptación para superar las duras condiciones invernales.
Estado semejante a la hibernación de los animales se produce en muchas personas cuando se enfrentan a situaciones extremas como la que estamos viviendo. El problema es que no saben si tras este sueño invernal despertarán a una primavera con rebrotes verdes o con virus. ¿Volverá esa normalidad para los negocios, para el empleo y para la vida? Lo desconocemos tanto los optimistas como los pesimistas. Lo que sin duda tenemos que asimilar ya de una vez es que nada va a regresar de la misma forma. Como decía Heráclito hace más de 2.500 años, «no solo no nos vamos a bañar en el mismo río, porque la corriente siempre es distinta, sino que lo que más va a cambiar somos nosotros mismos».
La nueva realidad nos ha cortado de raíz muchas seguridades, como el 14,6% del PIB que representaba turismo, además de 2,8 millones de empleos. Pero también nos ha dado tres grandes certezas: la primera, que la inversión en talento y capacidades digitales es la que va a generar empleo y la supervivencia de grandes y pequeños negocios; la segunda, que no estábamos preparados para los cambios bruscos de la realidad laboral; y la tercera y quizás peor de todas, que no teníamos líderes suficientemente preparados para navegar en una tormenta perfecta y sin brújula.
Reinventarse es muy difícil, pero más todavía si uno no lo ha practicado nunca
Muchas personas y empresas se preparan para hibernar, disminuyendo de forma brusca los presupuestos y proyectos personales y profesionales, y haciendo descender la temperatura de la ilusión hasta cerca de los cero grados. Sin embargo, NO es tiempo de hibernación sino justo lo contrario: es momento de reinvención, de resistencia, de refluir y no de rechazar una normalidad que, nos guste o no, va a llevar mascarilla mucho tiempo. Es necesaria la reinvención porque el trabajo, los negocios, la forma de consumir ya cambiaron y no quisimos darnos cuenta. La palabra «reinventar» aún no aparece siquiera en el diccionario de la Real Academia Española. Pero no nos quedemos solo en la discusión de las palabras. Sabemos lo que debemos hacer para obtener una empleabilidad sostenible, pero no lo hacemos o sólo nos ponemos a ello cuando la situación es límite, como ahora. Reinventarse es muy difícil, pero más todavía si uno no lo ha practicado nunca.
Hay tres variables por las que va a ser imprescindible llevar a cabo ese proceso: por sectores obsoletos, por posiciones desgastadas sin competencias digitales, y por el emprendimiento. Te preguntarás: Si trabajo en el sector del turismo ¿cómo voy a cambiar al sector tecnológico?; si trabajo como director de oficina de un banco ¿cómo voy a convertirme en experto en ciberseguridad?; si tengo más de 50 años ¿qué crema voy a utilizar para volverme atractivo para las empresas?; si nunca he vendido, no me he preocupado de mi marca personal en redes sociales y no tengo competencias digitales ¿cómo voy a ser emprendedor?
Se trata de un viaje largo en el que vivirás aventuras adversas y también favorables, y para el que necesitarás mucha voluntad y pasión. Necesitamos ejemplos de personas que hayan vivido estas odiseas por su sector, su posición, su departamento, por su edad o su género. Y, sobre todo, necesitamos líderes que impulsen el cambio y la necesaria evolución de todos los profesionales con su ejemplo, con pasión y no dejando la ilusión en estado de hibernación.