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Creatividad inteligente. Guía de expl...

Creatividad inteligente. Guía de exploración para innovadores

  • 21-6-2021 |

    Mercedes de la Rosa

Autora: Beatriz Valderrama

Título: Creatividad inteligente. Guía de exploración para innovadores

Edita: Pirámide

Páginas: 249

Vivimos en un mundo con una capacidad de cambio permanentemente aceleradas. La globalización, los nuevos desarrollos tecnológicos, las redes sociales, los cambios geopolíticos, la complejidad de los negocios, los avances científicos, la obsolescencia de los conocimientos, los cambios sociales y demográficos, etc… multiplican la incertidumbre en la que vivimos. ¡Y, además, llegó la pandemia de la Covid-19!

Necesitamos reinventarnos como personas, organizaciones y sociedad. Ser una persona creativa consiste en ser capaz de pensar y mirar las cosas desde una perspectiva nueva o diferente.

Este libro presenta con claridad los métodos, técnicas y herramientas para desarrollar el pensamiento creativo, generar soluciones novedosas a los retos que se nos plantean e implantar las innovaciones resultantes. Incluye numerosos juegos, historia y actividades para estimular la creatividad del lector y herramientas de autoevaluación, así como propuestas concretas para desarrollar las actitudes y formas de pensar de las personas creativas.

Su importancia dentro de las compañías, como no podía ser de otra manera, también se aborda y de ella hemos hablado con su autora, y colaboradora habitual de Capital Humano, Beatriz Valderrama.

Mercedes de la Rosa

Editora Jefe de Capital Humano

Pregunta.- ¿Por qué surge este libro?

Beatriz Valderrama.- Me planteé escribir este libro con la intención de plasmar todos aquellos recursos, conocimientos, ejercicios y juegos para desarrollar la creatividad que he creado o utilizado durante mi carrera profesional en la formación de profesionales y directivos, en coaching ejecutivo y de equipos y en intervenciones de transformación organizacional.

P.- La creatividad es algo bastante caótico, de entrada ¿cómo le aplicamos inteligencia? ¿En qué consiste ser creativo en estos tiempos?

BV.- La creatividad es la capacidad humana de generar soluciones novedosas y valiosas. La inteligencia nos ayuda a determinar el valor de las ideas que se nos ocurren.

El psicólogo Cattell distinguió dos formas de inteligencia. La inteligencia cristalizada es la capacidad de utilizar el conocimiento y la experiencia aprendidos, hacer valoraciones y establecer juicios y conclusiones. La inteligencia fluida, como sinónimo de creatividad, es la capacidad de resolver nuevos problemas, adaptarse y afrontar situaciones nuevas de forma flexible. Así que ser creativo en estos tiempos es una imperiosa necesidad para afrontar los retos y dificultades que se nos presentan, nos ayuda a ser flexibles para prosperar en un mundo cambiante y explorar nuevas posibilidades para alcanzar nuestras metas.

P.- Entre las competencias que se están buscando dentro de las empresas para el futuro está la creatividad, pero no es algo que esté incluido aún en los planes de formación de ninguna universidad o Escuela de negocios. ¿Es que es algo que no se aprende?

BV.- La actitud y el pensamiento creativo sí que se pueden desarrollar. Lo saben las compañías que han apostado por la formación en esta «soft skill». Las Escuelas de Negocio también están apostando por ello, lo que sucede que en los títulos de los cursos la palabra creatividad se suele sustituir por Design Thinking, que es una aplicación de la metodología de Solución Creativa de Problemas al diseño de productos y servicios. En el libro explico ambas metodologías y las herramientas específicas del Design Thinking. También suele utilizarse el término Innovación. Ahora bien, a mi modo de ver, es fundamental despertar, estimular el potencial creativo de las personas para llegar a la innovación. No sé si se hace suficiente hincapié en esta parte en todas estas formaciones.

P.- ¿Si los empleados son creativos la empresa también lo es?

BV.- No puede haber empleado que se muestren creativos en una empresa que no tiene una cultura de innovación. Y no puede una empresa tener cultura de innovación sin empleados creativos.

P.- El proceso de innovación es algo que lleva mucho tiempo y cuyos frutos son escasos, ya que solo 1 de cada 100 ideas alcanza el desarrollo. Eso no lo hace muy atractivo para la empresa, precisamente

El proceso de innovación efectivamente lleva cierto tiempo desde que surge una idea hasta que la solución está lista para llegar al mercado. Este tiempo es mayor cuanta más complejidad tecnológica tenga el nuevo producto. Pero la innovación es un factor de competitividad fundamental para las empresas, que lo saben y apuestan por ella o se enfrentan al decrecimiento y posible cierre.

Una primera fase del proceso de innovación es la generación de las ideas creativas que son su materia prima. Grandes empresas tienen plataformas abiertas de innovación en la que invitan a aportar ideas para resolver problemas o necesidades concretas y ofrecen incentivos económicos. De esta forma logran generar en un plazo breve de tiempo numerosas ideas prometedoras. Estas ideas hay que valorarlas según los criterios definidos por la compañía, con el fin de seleccionar aquellas con mayor valor de mercado y retorno de la inversión. Esto es lo que se llama el «embudo» de la innovación. En el caso de Procter & Gamble, la proporción de ideas que llegan al mercado sobre las ideas generadas es 1 sobre 100. Por eso es importante generar muchas buenas ideas.

P.- ¿Se puede sistematizar la creatividad?

BV.- Sistematizar y creatividad no son términos que cuadren mucho, pero sí se puede sistematizar la innovación y también tenemos métodos para facilitar la creatividad en grupo o incluso individualmente.

P.- ¿Las máquinas nos hacen más o menos creativos?

BV.- No creo que nos hagan más creativos, pero sí nos pueden aportar herramientas en las que podemos expresar nuestra creatividad.

P.- ¿Afecta la falta de presencialidad a la creatividad? ¿cómo?

BV.- Sin duda, la creatividad se estimula y refuerza en ambientes donde podemos entrar en contacto con personas con las que nos sentimos en confianza, con las que podemos empatizar, reír, festejar las ocurrencias de los demás y construir sobre ellas.

De todos modos, existen muy buenas herramientas y plataformas para generar ideas y construir sobre ellas de forma remota. En estos casos, conviene que haya un facilitador humano que tenga en cuenta los aspectos motivacionales inherentes al esfuerzo creativo.

P.- ¿Cómo se favorece la generación de empresas innovadoras?

BV.- La innovación no se da en el vacío, sino en contextos que la favorecen. Requiere un ecosistema propicio con buenas condiciones para la siembra y cultivo de ideas, que aseguren la recogida de resultados. Para ser innovadoras, las empresas tienen que llevar el ADN de la innovación en su cultura corporativa, sus estilos de liderazgo, las políticas y sistemas de gestión de personas y su forma de organizarse.

P.- ¿Son más creativas las empresas pequeñas?

BV.- Efectivamente lo tienen más fácil las startups, pequeñas empresas de nueva creación que ya nacen con el espíritu creativo y emprendedor de sus fundadores, seleccionan talento creativo y colaborativo y se organizan de forma flexible y ágil.

P.- ¿Qué modelo de liderazgo hace falta para promover la creatividad?

BV.- Los líderes innovadores crean un entorno seguro donde las personas se puedan animar a asumir riesgos, se puedan expresar opiniones divergentes y las ideas extrañas sean bienvenidas. Establecen un entorno abierto y estimulante en el que las personas puedan interactuar libremente, intercambiar sus ideas y explorar intereses mutuos en el trabajo en forma colaborativa. Inspiran al equipo para proponer ideas innovadoras y generar soluciones que ofrezcan un valor añadido y diferenciador con respecto a las prácticas convencionales. Además, reconocen e impulsan las propuestas del equipo, responsabilizándose de su implantación.

P.- ¿Cómo puede RRHH contribuir a generar culturas más creativas?

BV.- Atrayendo e incorporando personas creativas con perfiles diversos y creando las condiciones para que éstas puedan expresar su talento y sostener su compromiso con la compañía, como son: un clima emocional positivo donde se permita cuestionar los paradigmas existentes y se recompensen los comportamientos creativos; desarrollo de líderes que creen estos espacios propicios a la creatividad e innovación; un diseño organizativo flexible y estimulante, que potencie la autonomía, la responsabilidad y la colaboración mediante equipos y redes de comunicación horizontal; oportunidades de aprendizaje, formación y desarrollo; y un largo etcétera que explico en el capítulo final del libro.

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