La agilidad en las Administraciones Públicas: be agile
Nuevo España, Teresa
Capital Humano, Nº 396, Sección Administración / Artículos, Abril 2024, CISS
Nacidas en el crisol del desarrollo de software, las metodologías ágiles se han destacado por su capacidad para acelerar la entrega de proyectos, mejorar la calidad del producto final, garantizar la transparencia y aumentar la satisfacción de las personas implicadas. Sin embargo, su potencial va más allá del ámbito tecnológico, ofreciendo a las administraciones públicas una oportunidad única para revitalizar su trabajo y acercarse más a las personas.
Teresa Nuevo España
Profesora en la plataforma de formación Savia Academy
Imparte el curso sobre metodologías Agile adaptadas a la función pública
Las administraciones públicas se encuentran en un constante desafío para mejorar su eficiencia y adaptabilidad ante los rápidos cambios que caracterizan nuestra era. Con una compleja red de procesos y un marco regulatorio en constante evolución, la necesidad de innovar no solo es deseable, sino imprescindible para satisfacer las demandas de la ciudadanía y superar los obstáculos inherentes al sector público.
En este escenario, surge un nuevo marco de trabajo poco convencional, pero prometedor: las metodologías ágiles. Nacidas en el crisol del desarrollo de software, estas metodologías se han destacado por su capacidad para acelerar la entrega de proyectos, mejorar la calidad del producto final, garantizar la transparencia y aumentar la satisfacción de las personas implicadas. Sin embargo, su potencial va más allá del ámbito tecnológico, ofreciendo a las administraciones públicas una oportunidad única para revitalizar su trabajo y acercarse más a las personas.
Adoptar nuevas metodologías en la administración pública no es solo una cuestión de mejorar la gestión interna, es una vía para transformar la relación entre el gobierno y la ciudadanía, haciendo que los servicios sean más accesibles, personalizados y eficaces. Al final del día, lo que buscan las metodologías ágiles es precisamente esto: poner a las personas en el centro de todo proceso.
A la hora de implementar las metodologías ágiles, se pueden establecer las siguientes directrices:
- 01. Colaboración interdisciplinaria. Se pueden configurar equipos multidisciplinares con personas del mismo equipo o provenientes de diversos entornos de trabajo.
- 02. Equipos organizados. Los equipos que se organizan de forma autónoma y flexible pueden crear nuevos enfoques y adaptarse a nuevos retos por sí mismos en su entorno.
- 03. Comunicación. Se debe establecer un plan de comunicación teniendo en mente la transparencia y las responsabilidades de los agentes implicados.
- 04. Transparencia. Se comparte, de manera abierta y transparente, el estado del proyecto, las prioridades, los riesgos, los problemas y los «elementos de bloqueo» eventuales para abordar los retos con rapidez.
- 05. Mejora continua. Se establecerán prácticas de trabajo colaborativas para facilitar una cultura de aprendizaje y de mejora continua, tanto del servicio prestado como del equipo.
- 06. Retroalimentación rápida. El equipo se esforzará por hacer iteraciones tan cortas como sea posible.
- 07. Aceptación del cambio. Se establecerán prácticas de análisis y de planificación para reflejar este hecho.
- 08. Pensamiento iterativo. Las actividades de análisis, diseño, planificación y desarrollo adoptarán un enfoque iterativo en ciclos cortos para permitir cambiar las prioridades según las necesidades.
- 09. Calidad. La calidad no hace referencia solo a la calidad técnica, sino también a la calidad del servicio.
- 10. Medidas de progreso. Reflejar el valor real aportado a la persona usuaria y al servicio.
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