"The bewo Project”, iniciativa creada por BLI Mindset y LF Channel con el objetivo de dar visibilidad a las mujeres y seguir construyendo modelos de rol femeninos, lanza los resultados de su estudio “Conversaciones con CEOs durante la crisis de la COVID19. Una investigación cualitativa en la que han participado 37 mujeres CEOs o directoras de empresas de diversos sectores y países. Entre otras, las entrevistadas coinciden mayoritariamente en que la transparencia, el mantenimiento de canales de comunicación fluidos y la capacidad de gestionar las emociones de todas las partes involucradas (empleados, clientes, proveedores, socios…) han sido claves en su gestión de la crisis generada por la pandemia.
A nivel de comunicación interna, impera la transparencia. Las manager comparten mucho más que antes la situación del negocio, las alternativas, las perspectivas. Esto lo observamos en aquellas empresas de menos de 50 empleados, en las que incluso algunas decisiones que más pueden impactar, como la reducción de la plantilla, se han debatido a nivel de grupo. Asimismo, la comunicación con el equipo es fluida. En el caso de compañías de hasta 50 empleados, en formato de teletrabajo, el contacto es en general diario, incluyendo cuestiones de la organización del trabajo y otras más personales.
La previsión es otra de sus claves. Dos de cada tres CEOs se adelantaron a las medidas del gobierno en materia de salud, comenzando con trabajo en remoto, partiendo turnos o poniendo en marcha protocolos de actuación para la protección de las personas. “Ninguna de ellas estaba preparada para una pandemia, sin embargo, algunas de las empresas que hemos entrevistado tenían planes de contingencia previos que no han debido ser ajustados o retocados para hacer frente a estas circunstancias”, afirma Imma Folch, una de las responsables de esta investigación.
Relación con clientes, proveedores y empleados
Para todas las CEOs conocer el estado emocional de sus empleados es clave para la supervivencia del negocio. Las circunstancias en casa (niños, pareja, personas dependientes o afectados por el COVID19), han cobrado significativa importancia dado el impacto directo que tiene en la productividad y calidad del trabajo.
En relación con los clientes, diversas CEOs han optado por el contacto personal para mantener la relación y conocer la situación concreta. Todas lo han hecho con el fin de ayudar, dar soporte y aportar a la supervivencia de sus clientes. “Las CEOs entrevistadas comparten la visión de que es el momento de estar cerca, más cerca, de los clientes y brindar una imagen de serenidad, de saberse hacedoras de todo lo que se puede hacer en estos tiempos, sumado a una comunicación de transparencia, honestidad y valentía”, explica Laura Inés Fernández, una de las responsables de la investigación.
En cuanto a la relación con proveedores, hay CEOs que han pedido revisión de contratos a la baja, aplazamientos de pagos o incluso cancelación de servicios/suministros, pero también algunas siguen pagando para que la empresa proveedora no tenga que cerrar.
La previsión como clave: preparación para escenarios futuros
Sobre el futuro y cómo se preparan para el día después, existen situaciones muy diferentes según el país en el que opera la empresa, la fase en la que se encuentran en la pandemia y las medidas del gobierno. Sin embargo, se pueden identificar dos prácticas principales. Por un lado, la ampliación de cartera de productos y servicios que serán oportunos cuando se levanten las medidas de restricción. Por el otro, el análisis de los retos a los que se deberán enfrentar sus clientes y las maneras en las que podrán darles soporte. Incluso, algunas compañías han ido más allá y han realizado benchmarking en países en los que los contagios habían comenzado con anterioridad para identificar los servicios que sus clientes necesitarán en el futuro.
Por su parte, los planes para 2020 o incluso años posteriores han sufrido de manera diferente. Las hay quienes han acelerado proyectos que hubiera tomado años poner en marcha, en particular los tecnológicos; las hay que siguen su marcha tal y como estaba previsto, sobre todo los de expansión internacional o crecimiento inorgánico; y las que re-evaluarán una vez vuelva la actividad a la normalidad.