-Las mujeres en general no suelen ser noticia ¿qué opina de esta nueva era feminista que parece haber surgido para quedarse?
Confío en que lo que llegue para quedarse sea la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, que desaparezcan los comportamientos que han dado lugar a esas protestas y que las reivindicaciones y denuncias que ahora se están produciendo sean recordadas como parte de nuestra historia común. La lucha por los derechos de la mujer viene de lejos, y si bien en nuestro mundo occidental en el plano legal existe esa equiparación, no lo es tanto en el plano real donde todavía queda camino por recorrer, y si nos vamos a algunas geografías nos encontramos con que la mujer recibe un trato inhumano.
-Las generaciones anteriores tenían objetivos muy desafiantes en materia de mujer, prácticamente estaba todo por hacer ¿Cuáles son los desafíos que se plantean hoy?
En la empresa, las mujeres siguen estando sub-representadas en los Consejos de Administración, máximos órganos de decisión de las compañías. A pesar de los importantes esfuerzos que se están haciendo por ir incorporándolas, la evolución está siendo muy lenta.
-Los movimientos feministas hicieron posibles avances en igualdad, pero impusieron un patrón masculino de éxito. ¿Cree que esta nueva ola de empoderamiento femenino puede acabar con esa inercia? ¿En base a qué debe construirse en nuevo concepto de éxito?
Bueno yo no creo que las feministas impusieran una estética masculina de éxito o un patrón masculino, era más bien una acusación con la que el machismo atacaba a las feministas. Si las señoras decidieron llevar pantalones eso no las convertía en “masculinas”. Es la cultura de las compañías las que estaba conformada de acuerdo a un código muy masculino, por eso las mujeres tenían que trabajar y progresar atendiendo a las reglas establecidas en organizaciones donde sólo había habido hombres por lo que tenían un difícil papel, pero todo eso ha ido poco a poco cambiando.
La diversidad va invadiendo las organizaciones y los valores culturales en las empresas están cambiando mucho. El éxito no se construye desde la competencia entre compañeros sino desde la colaboración y prestando atención a las personas.
-¿Cuál diría que ha sido su granito de arena en el avance de la mujer en la sociedad?
Cuando yo empecé, no había muchas mujeres en la función de RRHH y era habitual encontrarme en muchas reuniones siendo la única mujer, hoy en día afortunadamente es muy diferente. ¿Mi granito de arena? Demostrar con mi profesionalidad que estaba donde estaba por mis propios méritos.
Dulce Subirats Sueiras, Presidenta de la Asociación Centro de Dirección de Recursos Humanos
Dulce Subirats es PDG por IESE, máster en Recursos Humanos por el Instituto de Empresa y ha realizado también el programa de especialidad en Derecho Constitucional y Ciencia Política por el Centro de Estudios Constitucionales.
Nacida en Barcelona en 1963, tras finalizar sus estudios de derecho en la Universidad Complutense de Madrid, encuentra su primera oportunidad profesional en la empresa de servicios Rentokil-Initial, donde comienza a trabajar como jefe de Personal, accediendo posteriormente a la Dirección de Recursos Humanos de la compañía, durante los once años que trabajó en esa compañía de 3.500 empleados, adquirió un sólido conocimiento del mundo de las relaciones laborales y negociación colectiva al tiempo que logró implantar una gestión de recursos humanos en la empresa.
En 1998, se incorpora a Atento Telecomunicaciones España, compañía de servicios de Telemarketing correspondiente al Grupo Telefónica, como Directora de Recursos Humanos, con el objetivo de desarrollar la dirección de recursos humanos de la empresa en un momento de fuerte crecimiento.
En Diciembre de 2003 inicia un nuevo proyecto profesional en Mutua Madrileña Automovilista. Se incorpora para crear la Dirección de Recursos Humanos de la empresa, actividad que se consideraba clave en el liderazgo del proceso de cambio cultural y renovación que tuvo que experimentar la organización. Desde entonces y hasta 2016 que deja esta posición, lideró el desarrollo de las políticas, programas y acciones que han hecho que Mutua Madrileña sea hoy en día una de las empresas con mejor reputación como empleador.