El documento tardará unos segundos en cargarse. Espere, por favor.
La Ley logo
La Alquimia de la Motivación en el me...

La Alquimia de la Motivación en el mentoring

M.ª Luisa de Miguel

Directora de la Escuela de Mentoring

Vicepresidenta EMCC Spain y MÁSTER Practitioner COACH & MENTORA

Capital Humano, Nº 385, Sección Crecimiento profesional / Artículos, Abril 2023, CISS

Muchos procesos de cambio fracasan, muchas metas se frustran porque el impulso inicial que nos motiva a cambiar o a perseguir un objetivo comienza a decaer. La explicación es que tendemos a confundir motivación con compromiso, que no son lo mismo. Para lograr metas la motivación no es suficiente, se necesita del compromiso, que nace de la voluntad.

Cuando una persona acude a un proceso de mentoring suele ser por un impulso, unas ganas de lograr algo que desea, cambiar una forma de comportarse que le está generando problemas, desarrollar ciertas habilidades que son necesarias en su rol profesional. Sin embargo, a medida que avanza el proceso esas ganas iniciales no son tan fuertes, la motivación comienza a decaer y aparecen las excusas para pasar a la acción. La explicación es que tendemos a confundir motivación con compromiso, que no son lo mismo. Para lograr metas la motivación no es suficiente, se necesita del compromiso, que nace de la voluntad.

La motivación está asociada al impulso, al deseo, la necesidad, las «ganas de», y suele ser muy promiscua y cambiante. Las personas tenemos muchas necesidades y deseos y es imposible tener tiempo, energía y recursos para comprometernos con todos ellos.

El compromiso requiere mucho más que ganas, requiere una reflexión sobre todas esas necesidades y deseos con el objetivo de poner orden, priorizando unas sobre otras, eligiendo las más importantes para nosotros en cada momento. Priorizar, preferir y elegir implica contar con un criterio de valoración, que es personal, tenemos que elaborarlo nosotros. Ese criterio es una meta conectada a un propósito que refleja lo que es significativo e importante en nuestra vida, lo que valoramos por encima de otras cosas.

Puedo estar motivado para mejorar la gestión de mi equipo porque siento que lo necesito, pues no funciona bien y me está haciendo perder el tiempo o tener problemas con los clientes, pero esa motivación no va a ser suficiente para vencer el miedo a delegar y ceder el control, a confiar en el equipo, a dar un feedback no agradable o a tener conversaciones de límites. Tampoco va a ser suficiente para competir con otras motivaciones y necesidades que tengo. Lograr metas requiere de una fuerza y energía mayor que la mera necesidad o deseo, requiere la fuerza de la voluntad o compromiso. Este solo puede basarse en un objetivo o meta-motivo, que realmente nos importe hasta el punto de que merezca la pena todo el esfuerzo a invertir en él, la renuncia a otros deseos o necesidades y la superación de miedos y resistencias.

El compromiso requiere mucho más que ganas

Por eso es tan importante que nuestros clientes tengan muy claro el verdadero motivo por el que se involucran en el proceso de mentoring, que conecten con el valor que les aportará lograrlo y que puedan evaluar si la inversión a realizar (tiempo, dinero, esfuerzo, energía) y las posibles pérdidas asociadas a ella les compensa lo que van a obtener a cambio.

El compromiso nace de una elección consciente sobre lo que preferimos y por qué, sobre qué vamos a obtener si lo conseguimos, sobre qué valor tiene para nosotros, sobre las opciones de obtenerlo teniendo en cuenta las dificultades que entraña, el tiempo que se necesita y lo que va a implicar hacer. Comprometerse es elegir con conocimiento de causa sobre nuestras aspiraciones (metas-propósito), su valor (recompensa), el tiempo, esfuerzo y renuncias necesarias para lograrlas (inversión) y las capacidades y recursos individuales y contextuales de conseguirlo (posibilidades).

CLAVES DE LA ALQUIMIA MOTIVACIONAL

La Alquimia de la Motivación es un proceso de entrenamiento mental para transformar la motivación inicial, las ganas y el impulso en un compromiso firme asentado sobre una voluntad fuertemente motivada, que es la que permite perseverar y avanzar hacia la meta.

Un mentor/a que domina la alquimia motivacional es un entrenador mental para su cliente, con el objetivo de que desarrolle su capacidad de motivarse de forma óptima para el logro de sus metas. El entrenamiento consta de 7 ejercicios:

  • 1.- Autorregulación en torno a metas conectadas a un propósito personal: la meta propositiva.
  • 2.- Conocer y comprender la diversidad motivacional.
  • 3.- Ayudar a encontrar un motivo deseado y deseable.
  • 4.- Toma de decisiones estratégicas y auto-concordantes.
  • 5.- Impulsar una «Primera Victoria».
  • 6.- Contextología: diseñar el contexto para convertirlo en un aliado en el logro de metas.
  • 7.- Feedback de calidad.

LA META PROPOSITIVA. EL MOTOR DEL PROCESO

El motor de todo el proceso, la base del compromiso y de la alquimia motivacional, es una meta propositiva: un objetivo conectado al propósito personal del cliente, a sus valores, a su motivación trascendental, a su núcleo positivo. Por eso el proceso de mentoring comienza con ¿qué quieres lograr? y continúa con una serie de preguntas que le llevan a establecer, «con conocimiento de causa», una meta auto-concordante o propositiva. Esas preguntas están asociadas a las características que hacen que un objetivo cuente con las mayores garantías de éxito en su consecución.

Características de una meta propositiva (1)
Beneficio o valor personal que tiene, conectado al propósito, motivaciones intrínsecas y valores de la persona.
Visión del resultado a obtener al lograrla, para poder anticipar mentalmente la recompensa de obtenerla.
Encaje con la vida de la persona, su entorno y su sistema de relaciones.
Control directo que se ejerce sobre su consecución.
Obstáculos (internos y externos) que pueden frenar su materialización, para anticiparlos y valorar el esfuerzo y viabilidad de superarlos.
Recursos (internos y externos) que son necesarios para lograrla, para valorar con cuáles se cuenta y los que será necesario obtener, así como el esfuerzo y viabilidad de conseguirlos.
Tiempo necesario para alcanzarla, a fin de valorar si se dispone de él o cómo puede obtenerse.
Su carácter medible para establecer los indicadores que nos permitan comprobar su consecución y experimentar la satisfacción de la obtención de la recompensa.
Grado de compromiso que existe con respecto a ella: ¿Qué se está dispuesto a hacer y qué no? ¿A qué se está dispuesto a renunciar o perder y a qué no?

La meta propositiva es un elemento clave para gestionar la energía y el esfuerzo a lo largo del proceso de mentoring:

  • Aporta sentido al esfuerzo y al tiempo dedicado en perseguirla, así como a las pérdidas y renuncias aparejadas a todo ello.
  • Sirve de criterio para tomar decisiones sobre a qué prestar atención y a qué no, qué hacer y qué no, a qué renunciar y a qué no.
  • Compensa la falta de motivación de las acciones que no nos agrada realizar.
  • Estimula la creatividad para buscar diferentes formas de conseguirla, especialmente, cuando aparecen obstáculos o fracasos.
  • Mejora de forma significativa la calidad de la acción. Cuando la meta no es propositiva, las personas dicen que van a hacer, pero no hacen y se excusan en la falta de tiempo, problemas que han ido surgiendo, etc. La realidad es que son decisiones de acción viciadas motivacionalmente, al no estar conectadas a una meta que motiva de una forma trascendente, intrínseca y prioritaria. No tienen fuerza para autorregular la conducta y llevan a actuar sin dirección, ni sentido.

CONOCER Y COMPRENDER LA DIVERSIDAD MOTIVACIONAL

A las personas no les motivan las mismas cosas. El trabajo de un mentor no es motivar, sino ayudar al cliente a encontrar sus fuentes de motivación y compromiso. La meta es la primera y en su formulación, al igual que en las acciones para hacerla realidad, influyen mucho los perfiles motivacionales.

Cada persona posee un perfil motivacional, bastante estable a lo largo de la vida, que se define por la diferente intensidad de los 10 estilos motivacionales, que conforman el modelo Rueda de los Motivos de Beatriz Valderrama (2010, 2012).

El perfil motivacional está relacionado con la motivación intrínseca, con nuestras necesidades, intereses, deseos, valores, miedos y aversiones. Aporta pistas muy útiles sobre la mejor forma de hacer el camino para conseguir nuestras metas. Nos cuesta mucho más recorrerlo si lo hacemos desalineados de nuestros estilos motivacionales dominantes, porque la voluntad se desgasta, el compromiso flaquea, aparece la frustración y nuestra felicidad y nuestra salud se resiente.

Como mentores debemos conocer los distintos estilos motivacionales y contribuir a que nuestros clientes sean conscientes de ellos para que puedan formular sus metas y trazar el camino hacia ellas teniéndolos en cuenta. También debemos evitar guiar a nuestros clientes en base a nuestras motivaciones, en lugar de a las suyas.

LA GASOLINA: UN MOTIVO DESEADO Y DESEABLE

La clave para una motivación sostenida y perseverante está en encontrar un motivo que sea a la vez deseado y deseable. Para ello la motivación necesita de la voluntad, que es más reflexiva y menos impulsiva, de lo contrario las ganas iniciales tendrán un corto recorrido. Además, no siempre podemos hacer aquello que intrínsecamente nos motiva, para lograr metas también es necesario realizar acciones que no nos gustan. La Alquimia de la Motivación es un ejercicio mental consciente y reflexivo para lograr que algo deseable sea deseado y evitar guiarnos por el impulso de lo deseado y no deseable.

Lo deseable es lo adecuado, lo bueno, lo conveniente, con independencia de que me guste o no me guste hacerlo, me motive o no me motive. ¿Para quién? Para cada persona, ¿para qué? para lograr nuestras metas, ser felices y sentirnos realizados (recompensa a largo plazo). Está relacionado con el propósito y los valores (motivación trascendente) y aporta convicción y determinación.

El trabajo de un mentor no es motivar, sino ayudar al cliente a encontrar sus fuentes de motivación y compromiso

Lo deseado es lo que nos produce un placer inmediato (recompensa a corto plazo), me agrada, me apetece o me gusta. Está más vinculado con el placer sensorial, la motivación y los incentivos extrínsecos. Aporta impulso y ganas.

El problema es que lo deseado tiene un impulso inicial más fuerte y difícil de controlar y vencer, por eso tendemos a movernos hacia ello sin pensar. Pero ese impulso se agota rápido, es una motivación de corta duración, mientras que lo deseable carece de esa intensidad inicial, pero goza de mayor determinación y compromiso a posteriori. Es una motivación de largo recorrido y más sostenida en el tiempo. Para acceder a ella necesitamos realizar un ejercicio mental que convierte lo deseable en deseado, especialmente, cuando las acciones a emprender no nos agradan, los obstáculos a vencer requieren mucho esfuerzo, aparezcan otros motivos más deseados en el corto plazo, es decir, cuando la motivación inicial comienza a desvanecerse.

Lo deseable para lograr adelgazar o reducir mi índice de colesterol (meta) es seguir la dieta que he comenzado, pero lo deseado es abalanzarme sobre la tarta que acabo de ver en el escaparate de la pastelería. Para vencer ese impulso tengo que desear seguir la dieta, tanto o más que la tarta. La única forma de conseguirlo es recordarme mentalmente cómo estaré cuando logre llegar al peso o nivel de colesterol deseado (recompensa), cómo mejorará mi salud o mi aspecto físico, cómo me hará sentir eso, qué emociones experimentaré. Es la recompensa futura que proporciona la meta lo que compensa no seguir el impulso inicial de comer la tarta y obtener la recompensa inmediata del placer de hacerlo.

Para convertir algo deseable en deseado es preciso encontrar un motivo que lo apoye, lo justifique y me convenza. Algo que solo es posible si surge de nuestro propio criterio y valoración, lo que implica una reflexión y conexión con aquello que nos importa: nuestro propósito, nuestra meta, nuestros valores, nuestras motivaciones intrínsecas.

El mentoring promueve un hacer reflexivo y propositivo impulsando compromisos de acción que integran lo deseado y lo deseable: acciones conectadas con la recompensa que nos aportará lograr la meta deseada y, si es posible, también con nuestros estilos motivacionales.

LA MEJOR RUTA: DECISIONES ESTRATÉGICAS Y AUTO-CONCORDANTES

Tanto la motivación como el compromiso necesitan renovarse continuamente. La forma más efectiva de conseguirlo es a través de la puesta en práctica de acciones estratégicas y auto-concordantes, que hagan avanzar hacia la meta.

— Al ser auto-concordantes son más intrínsecamente motivantes, por tanto, más deseadas y será más fácil que el cliente esté impulsado a llevarlas a cabo, pero también más trascendentalmente motivadas y por tanto deseables. Por esta razón deben ser compromisos de acción propuestos, elegidos y decididos por el cliente y no por el mentor. Estas últimas no motivan intrínsecamente, a lo sumo extrínsecamente y este tipo de motivación es de menor calidad.

— Al ser estratégicas, su resultado tiene más garantías de propiciar avances hacia el objetivo, con lo que el cliente podrá experimentar una satisfacción anticipada de la recompensa, que renueva el ciclo motivacional. La formulación de metas claras y auto-concordantes facilita la toma de decisiones sobre las acciones.

«Cuando sabes cuál es tu blanco específico, sabes a qué cosas decirle no y a qué cosa decirle sí.»

Las personas que tienen un objetivo claro, están comprometidas con él y lo tienen presente, deciden con más seguridad y más rápido. Esto les ahorra tiempo y les permite alcanzar antes sus metas. Esta es la clave para acelerar los procesos de aprendizaje, cambio, desarrollo.

IMPULSAR UNA «PRIMERA VICTORIA»

Dentro de todas las acciones la primera es de vital importancia a efectos motivacionales. Tiene que asegurar una «primera victoria»: un avance claro, visible y comprobable hacia el objetivo, aunque sea pequeño. Esto es más probable cuando la acción es estratégica, auto-concordante, fácil de llevar a cabo y lo más idónea posible para obtener un resultado que se acerque al objetivo.

La ejecución de la segunda acción depende mucho del éxito de la primera. Con una primera victoria el cliente se adentra en un círculo virtuoso: al comprobar que con su acción ha obtenido un resultado que le aproxima a la meta, la ve más cerca y con más posibilidades de alcanzarla, por lo que está más dispuesto a intentar nuevas acciones para ello. Sus creencias de autoeficacia se refuerzan, estará más convencido de su capacidad para conseguir la meta, por tanto, lo hará con más motivación, esfuerzo y determinación. Todo ello aumenta las probabilidades de que sus siguientes acciones sean más eficaces. El círculo virtuoso conduce a desarrollar lo que Carol Dweck denomina una «mentalidad de crecimiento»

CONTEXTOLOGÍA: «SI EL CAMBIO SE TE RESISTE PÓNSELO FÁCIL»

El círculo virtuoso puede potenciarse a través de la contextología. El logro de metas no solo depende de las capacidades individuales (contexto interno) sino también de las capacidades sociales (contexto externo).

Parte de la labor del mentor consiste en ayudar a su cliente a saber leer e interpretar su contexto externo, para aprovecharlo y convertirlo en un aliado en el logro de sus objetivos. En dicho contexto conviven distintas fuerzas: comportamientos de otras personas, la cultura, las normas, las oportunidades, los límites, los estímulos, el clima emocional, etc. Cada una de ellas pueden impulsar o frenar la puesta en marcha de acciones.

La Alquimia de la Motivación es un ejercicio mental consciente y reflexivo para lograr que algo deseable sea deseado

Si se trata de una persona altamente sensible a la que afectan mucho los ruidos, los espacios de trabajo abiertos no serán el mejor contexto para realizar las tareas con calidad y eficacia. Diseñar el contexto a su favor consistirá en buscar espacios donde realizar esas tareas sin exposición al ruido.

El perfil motivacional ofrece información valiosa para aplicar con eficacia la contextología, favoreciendo acciones efectivas. Una buena lectura contextual facilita detectar si en el entorno están presentes o no los ingredientes que activan nuestra motivación, los factores que estimulan nuestra creatividad o la bloquean, los estímulos que nos distraen o nos ayudan a concentrarnos. Por ejemplo, a las personas con alto perfil de afiliación o cooperación, les va a resultar más fácil pasar a la acción y enfrentar cualquier tarea en compañía de otras personas. Para las de alto perfil de autonomía, sin embargo, será más adecuado hacerlo en soledad.

Todos los contextos son disparadores de respuestas automáticas e inconscientes, de reacciones en lugar de elecciones. Modificar el contexto es una forma de alterar los patrones de respuesta automática y obtener el nivel de motivación óptimo para las acciones a ejecutar. La contextología ayuda a la autorregulación motivacional, además de ponérselo más fácil a la voluntad.

FEEDBACK DE CALIDAD

Disponer de la mejor energía y compromiso para el logro de metas supone mejorar la capacidad para ser alquimistas motivacionales. Algo que solo es posible si contamos con un feedback de calidad sobre nuestra experiencia. Para obtenerlo el mentor propicia un proceso de autofeedback en el cliente, a través de preguntas, con la finalidad de que evalúe y sea consciente de si mediante sus acciones ha obtenido el resultado deseado, qué ha aprendido y qué ha sentido al respecto.

La consciencia emocional sobre la consecución de una meta revela si el cliente ha experimentado satisfacción. Cuando esto ocurre siente orgullo, alegría, plenitud, y otras emociones positivas, siempre que el logro se atribuya a las propias acciones. Por tanto, si no están presentes estas emociones es posible que el sentimiento sea insatisfactorio o de frustración, algo que no solo no renueva la motivación, sino que la compromete a futuro. En este último caso, se indagará sobre sus causas, que suelen estar relacionadas con la falta de auto-concordancia de la meta o con la falta de alineación de las acciones emprendidas con el perfil motivacional.

Las preguntas dirigidas a estimular el aprendizaje: ¿qué has aprendido de todo el proceso? ¿qué has hecho, qué ha funcionado para lograr el objetivo? ¿qué no ha funcionado? ¿a qué crees que ha sido debido? ¿qué más habrías podido hacer? ¿qué harías si volvieras a empezar de nuevo?, ayudan a consolidar estrategias exitosas y a producir acciones más eficaces en la consecución de próximos objetivos.

Cuando el resultado no es el esperado, cuando el cliente no logra lo que quería, el aprendizaje puede actuar como «recompensa compensatoria»: siente que el esfuerzo ha servido para aprender y que esto le hace estar más preparado para hacerlo en el futuro.

Esta reflexión sobre la experiencia, que favorecen los mentores, proporciona al cliente un feedback de calidad para mejorar su eficacia en la formulación y ejecución de metas futuras. Todo ello contribuye a reforzar sus creencias de autoeficacia, renovar la confianza para poder hacerlo y la motivación para querer intentarlo. Además de ser una fuente de autoconocimiento muy importante e impactar en nuestra felicidad.

Para Nuttin, percibir que se ha alcanzado una meta como consecuencia directa de nuestras habilidades y comportamientos produce una experiencia de placer significativo. Este tipo de placer tiene la capacidad de renovar el ciclo motivacional, nos hace tener ganas de superarnos, de lograr una nueva meta, además de aportar una sensación de reafirmación personal por sentirnos competentes en la elección de acciones.

Los mentores no somos motivadores, somos alquimistas motivacionales. Provocamos, favorecemos y facilitamos procesos mentales que permiten a nuestros clientes aprender a gestionar óptimamente su energía, su motivación, su voluntad y su compromiso, poniéndolos al servicio de sus metas, que es ponerlos al servicio de su felicidad.

BIBLIOGRAFÍA

De Miguel, Corrales (2019). «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional.» Ediciones Pirámide. Madrid.

De Miguel Corrales (2022). «La Alquimia de la motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito». Ediciones Pirámide. Madrid.

Dweck, Carol S. (2017). Mindset: la actitud del éxito. Ediciones Sirio.

Nuttin, Joseph (1980). Teoría de la motivación humana. 1º edición en castellano 1982. Editorial Paidos. Barcelona.

Valderrama, B. (2012) Validación de una taxonomía de motivos y un cuestionario multidimensional de motivación. Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid.

Valderrama, B. (2010) Motivación inteligente. Pearson. Madrid

(1)

Herramienta «Objetivos con Encaje». Maria Luisa de Miguel. https://bit.ly/3HYeb4Z

Ver Texto
Añadir comentario1Comentarios
Herminia |04/06/2023 12:29:00
Muchas gracias. Me ha ayudado a distinguir conceptos claves para trabajar mejor mis preguntas, y entender el proceso como alquimista de la motivación. Lo he trabajado, y volveré a ello.Notificar comentario inapropiado
Queremos saber tu opiniónNombreE-mail (no será publicado)ComentarioLA LEY no se hace responsable de las opiniones vertidas en los comentarios. Los comentarios en esta página están moderados, no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados. Evita, por favor, las descalificaciones personales, los comentarios maleducados, los ataques directos o ridiculizaciones personales, o los calificativos insultantes de cualquier tipo, sean dirigidos al autor de la página o a cualquier otro comentarista.
Introduce el código que aparece en la imagencaptcha
Enviar