Juan Medina
Mediador Laboral. Miembro de la Asociación Nacional de Laboralistas (ASNALA)
El uso del móvil durante el horario de trabajo se ha convertido en un problema cada vez más común en las empresas. Aunque gracias a esta tecnología hemos logrado una gran ventaja en términos de comunicación y acceso a información, desde el punto de vista empresarial puede afectar a la productividad y al cumplimiento de las responsabilidades laborales.
Y es que el uso excesivo del móvil en el lugar de trabajo puede causar una serie de consecuencias negativas: no solo distrae a los empleados de sus tareas, sino que también puede afectar a la comunicación interna, la concentración y, en última instancia, a la calidad del trabajo realizado.
Para abordar este problema, es importante que las empresas implanten unas políticas claras que incluyan un código de buenas prácticas que establezca las normas y regulaciones sobre el uso del móvil durante el horario laboral. Este código debe ser comunicado a todos los empleados de manera clara y concisa, y debe incluir las posibles sanciones por el incumplimiento de las reglas.
En primer lugar, es importante establecer límites en cuanto a cuándo y cómo se puede utilizar el móvil en el lugar de trabajo. Por ejemplo, se podría permitir el uso del móvil durante los descansos o momentos de ocio, pero no durante las reuniones o cuando se estén realizando tareas que requieran total concentración.
Además, es importante educar a los empleados sobre los posibles riesgos del uso excesivo del móvil durante el horario laboral. Esto incluye no solo los efectos negativos en la productividad y la calidad del trabajo, sino también el impacto que puede tener en la vida personal de los empleados, ya que el uso constante del móvil puede interferir en su tiempo libre y descanso.
En cuanto a las sanciones por incumplimiento de las normas, estas deben ser proporcionales y aplicadas de manera justa. Puede incluir desde una simple advertencia verbal hasta la suspensión temporal o, incluso, la rescisión del contrato laboral, dependiendo de la gravedad de la falta y la frecuencia de su repetición. Cada vez más convenios colectivos recogen esta temática, pero aun así es recomendable implementar unas instrucciones de uso responsable dentro de la empresa. Lo mejor es hacerlo de una manera consensuada con los representantes de los trabajadores o, en su defecto, directamente con ellos.
Es importante destacar que la implantación de un código de buenas prácticas sobre el uso del móvil durante el horario de trabajo no debe interpretarse como una restricción total o una prohibición absoluta. En lugar de eso, busca establecer un equilibrio entre el uso adecuado del móvil y el cumplimiento de las responsabilidades laborales. Los empleados deben entender que, en el lugar de trabajo, el dispositivo móvil es una herramienta laboral y su uso debe ser consciente y respetuoso.
Esta dependencia también tiene sus desventajas. La constante disponibilidad y notificaciones pueden llevar a una sensación de agobio y falta de desconexión. Muchas veces, sentimos la obligación de responder inmediatamente a mensajes o llamadas, incluso en horarios no laborales, lo que puede afectar nuestra salud mental y equilibro entre vida personal y profesional.
La dependencia del móvil para trabajar es una realidad con la que debemos aprender a convivir y gestionar de manera efectiva. Es importante aprovechar las ventajas que ofrece la tecnología móvil, al mismo tiempo que establecemos límites y desconexiones saludables para mantener un equilibrio adecuado en las empresas. El objetivo es que, más que un problema, sea una herramienta.